El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, ha presentado hoy, en Valladolid, ante más de 300 empresarios, el IV Plan de Internacionalización Empresarial 2016-2020, que fija como retos aumentar las exportaciones de los bienes y servicios autonómicos –en particular, los vinculados a sectores estratégicos–, ganar cuota de venta en nuevos mercados e impulsar la Comunidad como destino de inversión extranjera. La estrategia cuenta con un presupuesto de 80,8 millones de euros y articula un centenar de medidas para favorecer una doble diversificación del comercio exterior: la geográfica –hacia cuatro tipos de destinos objetivo– y la sectorial –a través de cinco grupos de sectores con alto potencial de crecimiento–. El documento nace de la coordinación de Junta, Icex España Exportación e Inversiones, Cámaras Oficiales de Comercio e Industria a través de su Consejo Regional y Confederación de Empresarios de Castilla y León (Cecale).
El IV Plan de Internacionalización empresarial 2016-2020 que hoy ha presentado el presidente de la Junta de Castilla y León responde al objetivo de Legislatura de consolidar la recuperación económica, conseguir un crecimiento sostenido, crear más y mejor empleo y volver a superar en estos cuatro años el millón de ocupados en la Comunidad.
La internacionalización de la economía descansa sobre dos pilares: la promoción internacional, para la difusión de la oferta en el escaparate internacional y el reclamo de la llegada de capital y proyectos innovadores, y la atracción de inversión extranjera.
Ambos principios sustentan las medidas recogidas en el Plan, estructuradas en siete ejes: Promoción internacional, Captación de inversiones, Cooperación empresarial e institucional, Información y asistencia individualizada, Formación y capital humano, Red Exterior y Financiación. Estas acciones están encaminadas a alcanzar las 6.000 empresas exportadoras al final de la legislatura e incrementar la cifra de las que venden con regularidad fuera de las fronteras nacionales, 1.690 al cierre del último año, objetivos alineados con la generación de más riqueza y empleo.
Todas las iniciativas se han diseñado desde una perspectiva de doble diversificación exportadora, que condicionará hacia dónde se dirigen los esfuerzos y sobre qué áreas de actividad se priorizan los apoyos. Ampliando los destinos de referencia, se minimiza el riesgo de que la proyección del comercio exterior pueda verse alterada por factores coyunturales y, abriendo la cultura de la internacionalización a nuevos ámbitos económicos, se fortalece la estructura productiva de la Comunidad.
La definición de mercados objetivo y de sectores prioritarios atiende al potencial de crecimiento observado a partir de un exhaustivo análisis. Además, se han tenido en cuenta como documentos de referencia el III Acuerdo Marco para la Competitividad e Innovación Industrial, la Estrategia Regional de Investigación e Innovación para una Especialización Inteligente (RIS3) y el Plan Estratégico de Turismo, entre otros.
Destinos internacionales
El Plan identifica cuatro tipos de destinos diana. En primer lugar, figuran los países de la Unión Europea y de la Asociación Europea de Libre Comercio, considerados maduros. No en vano, más del 72 % de las exportaciones de la Comunidad se dirigen actualmente a la UE, siendo Francia, Reino Unido, Alemania, Italia y Portugal los cinco socios preferentes. El reto es consolidar estos territorios y ampliar cuota de venta en otros como Dinamarca, Finlandia, Países Bajos, Polonia, Rumanía o Suecia.
El segundo grupo engloba América Latina –más en concreto, Argentina, Brasil, Perú, Chile, México o Colombia – y el Norte de África –en particular, Marruecos–, que se caracterizan por los lazos históricos y los vínculos empresariales que mantienen con España y el elevado volumen de consumidores potenciales que ofrecen.
Entre las prioridades geográficas se reseñan, en tercer lugar, Estados Unidos, Japón y Canadá que, pese a concentrar casi el 20 % de las importaciones mundiales, solo absorben el 3,4 % de las exportaciones de Castilla y León. Se considera que el tejido productivo autonómico tiene un amplio margen de expansión en estos territorios, un criterio también aplicable a Australia o Israel.
La cuarta categoría está integrada por los llamados Nuevos Mercados Emergentes Líderes en Crecimiento (MELC), cuyas economías exhiben ya o prometen en el futuro más inmediato altas tasas de crecimiento.
Cinco grandes sectores de actividad
Desde el punto de vista de la diversificación sectorial, las políticas de internacionalización se concentran en cinco bloques de actividad, que coinciden en gran medida con los identificados como estratégicos en la RIS3 y hacia los que se orientan acciones específicas. Así, el primero engloba los sectores con más fortaleza, principalmente la automoción –con capacidad tractora de las exportaciones de empresas auxiliares, de material de transporte o aeronáuticas– y la agroalimentación –llamada a ampliar su cifra de negocio extranjera, hoy cuantificada en el 12 %, pese a que su aportación al Valor Añadido Bruto (VAB) industrial es superior al 20 %–.
El alto potencial de apertura al exterior de los recursos endógenos convierte a los sectores vinculados a su aprovechamiento -agrarios, forestales, minerales, madera…- en el segundo filón para la internacionalización de nuestra economía.
En tercer lugar, el Plan reserva un apartado específico a la contratación pública internacional, en auge en mercados emergentes, por las oportunidades de negocio que brindan a las empresas dedicadas a la producción de bienes de consumo (mueble, industria química o farmacéutica); a las del sector de la construcción y actividades afines (madera, aluminio, vidrio, arquitectura e ingeniería) y a las de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).
El cuarto capítulo se refiere a los servicios, sobre los que es preciso reforzar la internacionalización, ya que solo el 5 % de la facturación de las empresas del sector terciario proviene de mercados foráneos. El documento se detiene de forma especial en el turismo, la cultura y la lengua como recurso económico endógeno y articula acciones específicas para multiplicar la proyección mundial de la industria cultural autonómica y reforzar la imagen de Castilla y León como destino turístico.
Por último, el Plan concreta medidas para reforzar la proyección exterior de la I+D+i, como factor de competitividad del tejido empresarial. Los esfuerzos se centran en mejorar la internacionalización de las asociaciones empresariales innovadoras, que han surgido en torno a los sectores de la RIS3. En concreto, uno de los objetivos es acceder a proyectos en concurrencia con fondos europeos e introducir la oferta de bienes y servicios de los clúster autonómicos en los mercados objetivo.
Grandes líneas de actuación
A partir de la definición de destinos de referencia y sectores prioritarios para ganar proyección mundial, el IV Plan de Internacionalización 2016-2020 distribuye las acciones en siete ejes: promoción internacional, captación de inversiones, cooperación empresarial e institucional, información y asistencia individualizada, formación y capital humano, red exterior y financiación.
El primero, de promoción internacional, está orientado a ayudar a las compañías a darse a conocer en mercados exteriores y a adaptarse a las regulaciones particulares de cada uno. Presta atención preferente a la difusión de las marcas de empresas autonómicas y a la búsqueda de importadores.
La segunda área de acción está enfocada a la captación de inversiones desde la convicción de que Castilla y León es un territorio atractivo por su ubicación, sus infraestructuras, su capital humano cualificado y su estabilidad política y social. Cada promotor recibirá apoyo integral e individualizado por parte de la Agencia de Innovación, Financiación e Internacionalización Empresarial (ADE), que le ayudará en la búsqueda de suelo industrial y financiación y le facilitará los trámites administrativos. Además, se creará una red de coordinación de áreas de captación de socios capitalistas en las nueve provincias.
El tercer eje es la cooperación empresarial e institucional. Se trata, por un lado, de fomentar alianzas estratégicas para ganar dimensión y acceder a recursos y proyectos que de forma aislada serían inalcanzables y, por otro, de reforzar el engranaje entre instituciones y administraciones para complementar los servicios y ganar en eficiencia.
Una de las medidas más novedosas es la creación de la Red de Empresas de Castilla y León en el Exterior, una plataforma de apoyo a la implantación de nuestros emprendedores en mercados internacionales y a la captación de inversiones exteriores. A esta red se incorporarán las Asociaciones Castellanas y Leonesas de Empresarios en el Exterior (Acyles), cuyo papel se potenciará para que sean punto de encuentro entre los empresarios con origen castellano y leonés instalados en estos países y las empresas de la Comunidad con interés en estos mercados.
La información y asistencia individualizada constituye el cuarto eje. El objetivo es fomentar la incorporación de la dimensión internacional a los modelos de negocio. El asesoramiento se diseña a la carta del tamaño y sector de cada empresa, del mercado al que se dirige y del procedimiento necesario para asentarse en el exterior.
La formación y capital humano figura como quinto eje de acción y contempla, entre otros, un programa de apoyo a la incorporación de capital humano especializado en comercio exterior en compañías instaladas en mercados foráneos.
La red exterior, sexta directriz, aglutina todos los instrumentos, medios humanos y materiales que ofrecen los impulsores de este Plan a los empresarios con vocación internacional, infraestructura que se reforzará con la creación de una Red de Socios Estratégicos para apoyar las incursiones en mercados complejos.
Un factor imprescindible para dar el salto fuera del territorio nacional es la financiación, séptimo eje del Plan. La Lanzadera Financiera de Castilla y León ofrece productos específicos, como las dos líneas de avales para internacionalización y comercio exterior o las subvenciones a la expansión internacional, una nueva línea de apoyo a la internacionalización de las pequeñas y medianas empresas que en 2016 concentra la mitad de los fondos que destinará la Junta a estas políticas. A todo ello hay que añadir los instrumentos de cobertura de riesgos de entidades nacionales.
Proceso participativo en la elaboración del plan
El IV Plan de Internacionalización Empresarial 2016-2020 se ha elaborado partiendo de un pormenorizado diagnóstico de situación. Esta fotografía revela que el volumen de ventas al exterior desde Castilla y León ha aumentado casi un 64 % en los últimos siete años, batiendo récords consecutivos en 2013, 2014 y 2015, cuando las exportaciones sumaron 15.740 millones de euros.
Las cifras evidencian el crecimiento del número de empresas que exportan –ha pasado de 3.609 en 2008 a 5.412 al cierre del pasado ejercicio– y de las que lo hacen regularmente –un 35 % en el mismo periodo–. Y se ha avanzado también en la diversificación de destinos y de sectores, reduciéndose el peso de la automoción.
La confección de la cuarta edición del Plan, dotado con 80,8 millones de euros, es fruto de la aportación y coordinación de los cuatro agentes que lo hacen posible: Junta, Icex, Cámaras de Comercio y Cecale. Además, por primera vez, el Gobierno autonómico ha contado para su redacción con la participación activa de otros colectivos representativos de la actividad económica de Castilla y León, como la Empresa Familiar y los clúster.
De hecho, la estrategia se ha diseñado a la medida de nuestro tejido empresarial, teniendo en cuenta las características y perfiles de las unidades productivas y con el objetivo de reforzar su dimensión y potenciar su competitividad en un entorno cada vez más global. Por eso, el Plan está orientado de forma prioritaria a los negocios familiares y a las pequeñas y medianas empresas, que son las que mayores dificultades encuentran para avanzar en la internacionalización y las que requieren un apoyo adaptado a sus singularidades. Una línea de trabajo que se verá consolidada y complementada en la próxima Estrategia de Crecimiento de Industrias Locales.