El Parlamento autonómico será el mantenedor de las Justas Medievales del Passo Honroso de Hospital de Órbigo, una fiesta declarada de Interés Turístico Regional en 1998 y que cada año congrega a más de 30.000 personas en esta localidad.
La presidenta de las Cortes, Silvia Clemente, ha recibido de los mantenedores de las Justas Medievales del pasado año, la Agencia de Protección Civil de Castilla y León, y en representación de todo el Parlamento autonómico, el nombramiento como mantenedor de las Justas Medievales del Passo Honroso de Hospital de Órbigo.
La presidenta ha agradecido al Ayuntamiento de esta localidad la elección de las Cortes y, en especial, por coincidir este año con el vigésimo aniversario de la celebración de estas Justas, una edición en la que están previstas más actividades para darle una mayor proyección. Un nombramiento que, como reconocía, “supone una gran responsabilidad a la que estoy segura van a corresponder los grupos políticos con representación en el Parlamento con la mejor voluntad y guiados por el mandato que proclama el Estatuto y nos convierte en sede de la soberanía popular y representantes de los castellanos y leoneses”.
Silvia Clemente confía en que la designación de las Cortes de Castilla y León como mantenedores contribuya a que siga siendo un hito festivo, cultural y turístico con singular proyección no sólo en la Ribera del Órbigo, sino también en la Comunidad y en toda España.
La presidenta ha asegurado que esta celebración, declarada de Interés Turístico Regional en 1998 y que cada año congrega a más de 30.000 personas en esta localidad, contribuye a la creación de riqueza y desarrollo de este municipio leonés.
JUSTAS MEDIEVALES DEL PASSO HONROSO DE HOSPITAL DE ÓRBIGO
El hecho histórico que se conmemora y se recrea, desde 1997, el primer fin de semana de junio en Hospital de Órbigo -municipio de cerca de 1.000 habitantes situado en la provincia de León- sucedió en el año jacobeo de 1434. El caballero leonés Suero de Quiñones, de familia insigne, solicitó al rey Juan II de Castilla obtener el permiso para llevar a cabo un torneo especial en que tendrían que participar a la fuerza todos los caballeros que pasaran por el lugar elegido, que era el puente de Hospital de Órbigo, situado en la ruta leonesa del Camino de Santiago. Si se negaban a participar, debían depositar un guante en señal de cobardía y atravesar el río vadeándolo.
La justa o torneo tendría que mantenerse durante un mes en el que Suero de Quiñones estaría acompañado de sus mejores amigos y llevaría colgada al cuello cada jueves una argolla metálica, como prueba de amor hacia su dama Doña Leonor de Tovar.
El motivo de las justas era poderse librar de dicha argolla peregrinando a Santiago después de haber vencido a todos los caballeros que se presentasen en dicho puente y tras haber roto 300 lanzas a razón de tres por caballero.
El torneo se celebró del 10 de julio al 9 de agosto de 1434. Cuando terminó el torneo, Suero y sus amigos se dirigieron en peregrinación a Santiago a cumplir con la promesa hecha. Don Suero depositó allí la argolla y la cinta azul que simbolizaba su amor por la dama y en la que estaba escrita una leyenda que lo atestiguaba: “Si no os place corresponderme, en verdad que no hay dicha para mí.”
En la actualidad, esta cinta se halla alrededor del cuello de una imagen de Santiago Menor que está en la catedral, en la capilla de las reliquias. La argolla es una gargantilla de oro y se encuentra en el relicario del Apóstol.
Aquel torneo fue conocido como El Passo Honroso y fue narrado y cantado por muchos poetas de la época. Desde 1951 puede verse en el puente de Hospital de Órbigo un monolito con los nombres grabados de todos los que pelearon junto a Suero: Lope de Estúñiga, Diego de Bazán, Pedro de Nava, Suero Gómez, Sancho de Rabanal, López de Aller, Diego de Benavides, Pedro de Ríos y Gómez de Villacorta.