Las carreteras convencionales presentan una alta siniestralidad, a pesar de que su densidad de tráfico no es demasiado elevada
La Guardia Civil ha controlado a 63.446 vehículos en las carreteras de Castilla y León y ha formulado 4.191 denuncias por infracción a la normativa, durante la campaña de la Dirección General de Tráfico (DGT) de especial vigilancia en las carreteras convencionales, que se ha desarrollado entre el lunes 9 y el domingo 15 de mayo; la denuncias suponen un 6,61% sobre los vehículos controlados.
En la anterior campaña de estas características, que la DGT realizó entre los días 19 y 25 de octubre de 2015, en las carreteras de Castilla y León la Guardia Civil controló a 70.230 vehículos, formulando un total de 4.474 denuncias, el 6,37%:
En la campaña especial de la pasada semana se ha controlado la velocidad, los adelantamientos indebidos, la ingesta de alcohol o drogas, uso del casco y sistemas de retención, utilización del teléfono móvil durante la conducción, así como de auriculares, manipulación de navegadores o de cualquier otro elemento que pueda producir distracción, documentación del vehículo y del conductor y, en general, cualquier infracción de la normativa vigente en materia de circulación y seguridad vial.
Las carreteras convencionales suponen más del 90% del total de la red de carreteras, si bien, soportan un menor tráfico que autopistas y autovías. Respecto al tipo de vía, las carreteras convencionales son las más peligrosas. Presentan una alta siniestralidad, a pesar de que su densidad de tráfico no es demasiado elevada.
Uno de los objetivos prioritarios en la nueva Estrategia de Seguridad Vial 2011-2020 es mejorar la seguridad vial en las carreteras convencionales. Se trata de conseguir unas carreteras y entornos diseñados en función de las capacidades humanas y tecnológicas.