Si alguien albergaba dudas de por donde discurriría la campaña electoral, creo que las habrá disipado ya desde los primeros días.
El proceso electoral ya de por si repetitivo y “cansino” se nos aparece como una vuelta al pasado, una película en blanco y negro donde se vuelven a agitar los fantasmas del miedo y con una “anónima” opinión pública que ya ha conseguido meter en vereda a la mayoría del espectro político de este país.
Traer de nuevo a la palestra la vieja frase de que “vienen los comunistas” es algo tan manido e irracional que a día de hoy resulta patético en boca de quien lo diga, aunque hay que sospechar que en el fondo, a fuerza de repetirla, se instalará en el subconsciente colectivo de no pocos ciudadanos.
Y otro tanto sucede con la estrategia del cuerpo empresarial. Los recientes mensajes enviados por los líderes del PSOE y C´s en la Reunión mantenida en Sitges por el Circulo Empresarial, nos ponen negro sobre blanco lo que será el día después de las Elecciones Generales del 26 de junio.
Si como parece, las encuestas sobre los resultados se confirman, al final seguirán gobernando los mismos que no han dejado de hacerlo desde la Transición política del año 1978.
Está claro que el PSOE no será de ninguna forma la fuerza mayoritaria (no se lo cree ni el propio Pedro Sanchez) con lo cual dejará paso a que siga gobernando el PP solo o en compañía de otros, ya que el Partido Socialista tiene marcada como línea roja el no llegar a un acuerdo con las fuerzas políticas de la izquierda.
Y por si esta teoría no parece verosímil, basta con examinar qué o quién ha ocupado mayoritariamente el debate político en estos primeros días, y ese quien no es otro que Venezuela.
Como muchos de los electores me pregunto ¿que pinta el citado país latinoamericano en la campaña electoral?
Pues muy sencillo, hacer hincapié en la vieja receta de que vienen los comunistas pero con una puesta al día que ahora sería… ¡ojo¡ si vienen los de Unidos Podemos que quieren para nuestro país lo mismo que en Venezuela, con las “nefastas” consecuencias para la población.
Así pues, aunque parezca mentira, Venezuela se ha convertido en el centro de la estrategia electoral de los partidos de la derecha y el centro derecha de nuestro país.
Estamos inmersos en el proceso de reelaboración de la vieja teoría política de que más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer y aunque tengamos que escuchar muchas barbaridades de algunos líderes políticos hemos de saber que está todo controlado por parte de las fuerzas inmovilistas.
Ya tienen lo que querían: que se vote pero que nada cambie.
Angel L.Nieto
Mayo-Junio 2016