Ante la nueva ocurrencia del consejero de Educación, Fernando Rey, en relación con el conservatorio de León, trasladando la responsabilidad para la ubicación del conservatorio en el Ayuntamiento de León, es preciso recordarle al ínclito consejero de Educación que es precisamente una obligación de su consejería el buscar una ubicación acorde a las necesidades de la comunidad educativa leonesa, que ya en el año 2008 se iniciaron los trámites para una cesión de una parcela en el polígono de Palomera que todavía se encuentra pendiente de respuesta desde ese año por parte de la consejería, y también es preciso recordarle que León no es menos que otras provincias en las que se invirtió por parte de la Junta en un nuevo edificio de conservatorio, por lo que debería dejar de ningunear a los leoneses y cuando menos, conceder el mismo trato que han tenido otras provincias de esta comunidad y construir un nuevo edificio digno y adecuado que albergue el nuevo conservatorio.
Los intereses de la comunidad educativa no pueden estar al albur de un auténtico partido de tenis de mesa en el que el Ayuntamiento de León, con su alcalde a la cabeza, señor Silván, lanza la pelota y la misma es devuelta por el consejero de educación, esperando ambos que la situación se enfríe y volver otra vez a proponer otra de las soluciones que más parecen una desagradable ocurrencia que una verdadera solución al problema.