El Consejo de Gobierno ha autorizado el suministro de 4.000 dosis vacunales frente al herpes zoster que, presupuestadas en 416.000 euros, servirán para atender las necesidades del programa autonómico de vacunación frente a esta enfermedad, incluido en el calendario de vacunaciones sistemáticas del adulto en Castilla y León. Sanidad, atendiendo al carácter de pilotaje del programa de vacunación frente a esta enfermedad puesto en marcha en 2015, ha ampliado este año los grupos poblacionales que tienen recomendado vacunarse.
El pilotaje de esta acción preventiva de Salud Pública comenzó en 2015, siendo inicialmente su población diana los pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica de entre 60 y 64 años, que estuvieran en tratamiento con corticoides inhalados. Esta cohorte poblacional se ha ampliado desde el presente año al incorporarse a la recomendación de vacunarse frente al virus de la varicela zóster también a los pacientes con epoc de entre 65 y 69 años y a las personas diagnosticadas de diabetes, ya sean de tipo I o II, que se encuentran en el rango de edad entre 60 y 69 años, además de otras situaciones asistenciales concretas.
En cuanto a la captación de los pacientes, ésta se realiza por medio del seguimiento habitual de su historia clínica personal que realizan médicos de familia y profesionales de Enfermería, administrándose en una única dosis.
La vacuna frente al herpes zóster disminuye la incidencia de esta enfermedad causada por la reactivación de este virus, que ocasiona importantes complicaciones y secuelas como la neuralgia post-herpética y que se relaciona con mayor riesgo de eventos cerebrovasculares.
Precisamente, el herpes zóster tiene en la edad el principal factor de riesgo, al que se unen algunas otras enfermedades, especialmente las que afectan al sistema inmune, como sucede con la epoc o la diabetes.
Esta medida preventiva, al igual que el resto de vacunas que conforman los distintos programas de vacunaciones sistemáticas en Castilla y León, es universal, voluntaria y gratuita para aquellas personas que pertenecen a los grupos de edad a los que se les recomienda vacunarse.
Todo con el propósito de facilitar a los ciudadanos la mejor prevención posible frente a enfermedades infecciosas transmisibles, ya que las vacunas funcionan y son, junto a la cloración de las aguas y el saneamiento urbano, las estrategias preventivas sanitarias que mayor número de vidas salvan.