Bueno, pues llegó el día en el que España volvió a perder y lo peor de todo es que caemos para la otra parte del cuadro, donde están los supuestamente más grandes. Si éramos primeros el camino era mucho más asequible hasta rondas finales pero nos encontramos con una gran Croacia y una desafortunada actuación de nuestro portero, de David De Gea.
Empezó muy bien el combinado nacional, presionando arriba y tocando rápido. Apenas se habían instalado los croatas en la cancha cuando un pase ‘old school’ de David Silva, lo picó Cesc para que Morata anotase su tercer gol en el torneo. España mantenía la tónica de los anteriores partidos pero todo cambió. Y fue un error de Sergio Ramos en la marca y de De Gea al quedarse debajo de los palos, lo que aprovechó Kalinic para empatarlo antes del descanso.
En la reanudación, España tuvo un bajón físico que acusó y mucho. Los croatas aceleraron y creyeron que le podían meter mano a la vigente campeona de Europa. Parecía resolverse todo el susto con un penalti regalado por el colegiado a los hombres de Vicente del Bosque. Pero Sergio Ramos, valiente como pocos, lo erró. Cuando parecía que los dos equipos daban por bueno el resultado, De Gea comete un error impropio de un portero y el disparo de Perisic entra por su palo. Ese gol nos dejaba segundos y con los miuras de setecientos kilos por nuestro lado.
La nota positiva es que Gerard Piqué sigue a un nivel asombroso y evitó males mayores, Silva y Morata siguen enchufadísimos y que la ilusión se mantiene intacta. Hoy hubo más fallos de lo habitual, mejor ahora que más adelante. A torear con la más fea, pero recuerden, somos España.
Juan Lorenzana Prieto