Los datos del paro están con sustancialmente unidos a la pérdida de población y a la pérdida de población activa.
Pese a saludar que se reduzcan las personas desempleadas creemos que es un hecho que la precariedad laboral es ya un fenómeno estructural en Castilla y León, los empleos generados son en su inmensa mayoría temporales lo que impide que los castellanos y leonesas puedan asentarse en nuestra comunidad para desarrollar un proyecto vital.
Por otra parte se agudiza el drama del número de personas que en nuestra comunidad no tienen ningún tipo de cobertura por desempleo, poniéndose así de manifiesto el fracaso de las políticas de Herrera que nos convierten en tierra de precariedad,