Tal y como se comprometió el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, y según se publicó en la Orden que entró en vigor el pasado 31 de mayo, se han iniciado los pagos compensatorios derivados de los daños producidos por los ataques de lobos a la ganadería en las explotaciones de la zona de protección del sur del Duero de Castilla y León. Hasta el pasado mes de mayo, estos pagos se demoraban hasta once y doce meses, sin embargo, tras la publicación del seguro suscrito a cargo de la Junta de Castilla y León, el pago al ganadero se está realizando en una media de 18 días. Se han presentado 37 solicitudes correctas de las que se han pagado 14 a fecha de hoy y las otras 23 ya están comunicadas a la aseguradora para que procedan al pago en los próximos días.
El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, adquirió el compromiso -en las numerosas reuniones mantenidas con ganaderos, alcaldes y representantes de las Organizaciones Agrarias- de que la Junta de Castilla y León suscribiría un seguro de pago compensatorio por los daños producidos por el lobo al ganado de las explotaciones situadas al sur del Duero, tanto por el daño real como por el lucro cesante.
Este seguro entró en vigor el pasado 31 de mayo y desde entonces se han presentado 54 solicitudes, de las cuales dos se han desestimado y 15 se encuentran en subsanación por falta de documentación. De las 37 restantes que se encuentran presentadas correctamente, 14 ya se han pagado en un plazo medio de 18 días y las otras 23 ya están comunicadas a la aseguradora para que procedan a su pago en los próximos días. De esto se deduce que desde la entrada en vigor del nuevo seguro, los ganaderos están recibiendo los pagos compensatorios por los daños del lobo al sur del Duero en un plazo medio de 18 días –como máximo 26 y como mínimo 9 días- frente a los once o doce meses que se demoraba anteriormente.
Con esta medida puesta en marcha, Suárez-Quiñones ha querido atender las peticiones de los afectados por los ataques de lobo, ya que el principal objetivo del Plan de Conservación y Gestión del Lobo se centra en lograr la compatibilización de este animal con la ganadería extensiva, impuesta por la Directiva Europea Hábitats 92/43/CEE al sur del Duero. Además, esta medida de compensación de daños irá acompañada de otras que permitan reducir los daños reiterados a determinadas explotaciones, como es el asesoramiento para establecer medidas preventivas, la búsqueda de líneas para su financiación, cerramientos voluntarios financiados, entrega de perros mastines, y si no hubiera otras soluciones satisfactorias, controlar las poblaciones locales de lobos.
El pasado mes de mayo, el Consejo de Gobierno aprobó el Decreto de regulación del Plan de Conservación y Gestión del Lobo en Castilla y León. Este Plan considera que todos los lobos de la Comunidad, alrededor de 179 manadas que suponen un 60 % de los existentes en España, forman parte de una única población biológica que tiene carácter continuo. Además, clarifica que el río Duero es la línea divisoria que diferencia el estatus jurídico de la especie, cinegética al norte y estrictamente protegida al sur, conforme dispone la Directiva Europea Hábitat 92/43/CEE. Entre los objetivos más destacados del Decreto 14/2016 está el de encontrar cauces para la compatibilidad del lobo con el aprovechamiento ganadero tradicional, con el objetivo de minimizar los efectos negativos que la especie pueda originar sobre el ganado, y minimizando, por tanto, los daños, y de producirse, articulando medidas de compensación de los mismos a la ganadería extensiva que resulten más ágiles y eficaces.
En la Orden publicada en Bocyl el pasado 30 de mayo se establecía también el sencillo procedimiento para que, en el caso de que se produjese la muerte del ganado por ataque de lobo al sur del Duero, el ganadero comunique la incidencia en menos de 48 horas desde el ataque. Una vez recibida esta comunicación por la Administración autonómica de forma telefónica, los funcionarios de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, especialmente agentes medioambientales, acudirán a comprobar los hechos para redactar un informe sobre el ataque. Una vez recibida la solicitud escrita del ganadero, y en función del informe anterior, la Junta trasladará a la aseguradora la orden del pago estipulado para el ganadero, tanto el daño real como el lucro cesante. El seguro deberá realizar el pago en el plazo máximo de quince días.