El Real Madrid gana al Celta por 2-1 en un partido vibrante y con destellos de muy buen fútbol.
Se presentaba el encuentro entre Real Madrid y Celta de Vigo como un escenario para ver gran fútbol y no defraudaron ninguno de los dos. Un ida y vuelta constante que finalmente cayó del lado del Madrid pero que pudo ser para cualquiera.
El Real Madrid dominó los primeros compases. Con Morata como punta de lanza en ataque teniendo las más claras para su equipo. La presión tras pérdida fue uno de los puntos positivos del conjunto de ZinedineZidane. Eso hizo que salieran verticalmente con peligro. Pero a partir del minuto quince, los gallegos se estiraron y llegaban con cierto peligro a la portería de Kiko Casilla. Bongonda tuvo la más clara hasta el momento con una contra resuelta de manera nefasta en superioridad numérica, su balón se estrelló en el lateral de la red. Los merengues querían despertar de su letargo y Modric soltó un pepinazo al travesaño. A partir de ahí, el Real Madrid se desató y entró en ebullición. Otra de Luka, una buena llegada de Marcelo por banda y un cabezazo de Varane a punto estuvieron de abrir el marcador. Los celtiñas no se vinieron abajo y continuaron tratando de tu a tu al Real Madrid, pero sin fortuna en los metros finales. Al término de la primera mitad, 0-0 en un entretenido partido.
Los de Berizzo se caracterizan por no rendirse nunca y así empezaron el segundo tiempo ante un Madrid que salió dormido a la cancha. Pero los pupilos de Zidane, cuando deciden arrear, arrean. Asensio por un lado, y Bale por otro creaban constante peligro. El galés vio como un lanzamiento de libre directo fue sacado por una mano prodigiosa de Sergio, uno de los máximos culpables de que no se moviera el marcador. Tuvo que ser Álvaro Morata quien al minuto 60 abriera el marcador aprovechando un rechace de Sergio tras remate de Asensio. Minutos después la volvió a tener Morata tras un sensacional pase de Kroos pero su remate se le fue al palo. Cuando todo parecía encarrilado, el chileno Orellana puso el empate con un zapatazo desde la frontal ante el que nada pudo hacer Kiko Casilla.
El intercambio de golpes fue la tónica dominante hasta el final. El Madrid con urgencia por ganar, dejaba espacios atrás que los gallegos no aprovechaban por fallos en el último pase. Eso en el Bernabéu se paga muy caro y fue Tony Kroos quién dio un pase sutil a la red para adelantar a los merengues de nuevo. El celta volvía a apretar los dientes y se lanzó a por el Madrid
Duelo vibrante en el Bernabéu en el que pasó de todo. Un Celta valiente y sin complejos disputó un partido cara a cara con el Madrid y le hizo sufrir hasta el final. Sabor positivo queda de lo que pueden ofrecer ambos equipos. Asensio destellos, Morata gol y sacrificio y Modric imperial en los blancos. Los celestes, mismas buenas sensaciones que la temporada pasada.
Juan Lorenzana