Consideramos que las Unidades de Gestión Clínica representan un paso hacia la fragmentación del sistema sanitario convirtiéndole en microempresas que entrarán en competencia entre sí, ya que, por encima de la mencionada y pretextada “autogestión” de los profesionales, lo que la administración realmente pretende es controlar y regular el crecimiento presupuestario, con promesas de mejoras salariales para algunos profesionales por medio de incentivos (como forma enmascarada de abrir el abanico salarial de ciertos jefes intermedios), y todo ello a costa del empeoramiento de las condiciones de trabajo del resto de los profesionales de la plantilla y a costa de la merma en cantidad y calidad de algunas prestaciones para con los pacientes.
Estas UGC constituyen una primera fase en el proceso de fragmentación y quebranto del modelo público, para, en otra fase posterior proceder a medidas que legitimarán los recortes sanitarios y justificarán una privatización abierta. No existe constatación de alcanzar ningún beneficio para los pacientes con esta nueva forma de gestión “atomizada”, como así lo demuestran los ejemplos que encontramos en las CCAA que lo tienen implantado, salvo el hecho de que, por medio de estas UGC, la administración elude responsabilidades políticas delegando y derivando las consecuencias de los recortes en sanidad hacia los jefes y coordinadores de los servicios que se transformen en UCG, y que serán incentivados por y para ello.
En relación al cierre de camas hospitalarias en los Hospitales del Bierzo y de León, queremos expresar nuestra más profunda indignación por lo que catalogamos como una auténtica agresión a la salud de los ciudadanos y ciudadanas leonesas y bercianas. La insensibilidad de los responsables de SACyL ante el drama de las listas de espera a que están sometidos muchos enfermos es manifiesta, y sus argumentos para cerrar estas camas constituyen un insulto a la inteligencia de la sociedad. La realidad es que no disminuye la demanda en verano sino que se ralentizan las citaciones de forma intencionada para evitar contratar a los profesionales necesarios o para así cesar a los eventuales.
La nula defensa del modelo ideológico de la sanidad pública, unida a una forma de gestión caciquil e insensible por parte de los gestores de SACyL, es lo que se encuentra detrás de estas medida, actitud con la que estos gestores pretenden ahorrar dinero público a costa de la salud de las personas o, lo que es aún peor, derivar dinero público a manos privadas mediante los conciertos con clínicas privadas que ya están comprometidos previamente y a las que este cierre de camas públicas beneficiará notoriamente.
Exigimos la apertura de todas las plantas y camas públicas de los Hospitales del Bierzo y de León mientras exista una lista de espera como la actual, y mientras se constate que sigue existiendo el hábito de derivar personas enfermas a clínicas privadas.