La Consejería de Fomento y Medio Ambiente mantiene su compromiso con los ciudadanos que habitan en las zonas rurales garantizando las necesidades de desplazamiento para satisfacer sus necesidades básicas y trabajando en la configuración de una red de transporte público acorde a los tiempos actuales. Para el curso escolar 2016-2017 se prevén 196 nuevas rutas -en función de las necesidades trasladadas por la Consejería de Educación- en las que se llevará a cabo la prestación conjunta de los servicios de transporte público regular de viajeros de uso general y de uso especial de escolares. Estas rutas, sumadas a las 267 existentes, hacen un total de 463 rutas en funcionamiento para el próximo curso escolar.
Garantizar las necesidades de desplazamiento de los ciudadanos que habitan en el medio rural para satisfacer las necesidades básicas de la sanidad, los usos comerciales o administrativos es uno de los objetivos de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente. En este momento, se trabaja en la configuración, en el ámbito rural, de una red de transporte público acorde a los tiempos actuales: mejorada, con una mayor oferta; eficiente, para obtener un mayor rendimiento de los recursos públicos, y segura, a través de su control.
Para el curso escolar 2016-2017, se prevén 196 nuevas rutas- en función de las necesidades trasladadas por la Consejería de Educación- en las que se llevará a cabo la prestación conjunta de los servicios de transporte público regular de viajeros de uso general y de uso especial de escolares. Estas rutas, sumadas a las 267 existentes, hacen un total de 463 rutas en funcionamiento para el curso escolar 2016-2017, aproximadamente, un 20 % del total de rutas escolares.
La integración de rutas de transporte escolar en las de transporte regular de uso general, denominadas de uso compartido, ha demostrado su utilidad para dar servicio de transporte público a muchos ciudadanos que viven en zonas rurales de Castilla y León, que actualmente no disponen de conexiones válidas con destino a la localidad donde están ubicados los centros escolares, por lo general, la localidad de referencia de la zona o comarca.
Se trata de un transporte fundamentalmente rural; solo se desarrolla en las áreas rurales de Castilla y León -no en rutas que tengan carácter urbano o metropolitano- y solamente se aplica en rutas escolares donde no se justifica ni social ni económicamente la presencia de varios autobuses.
El objetivo principal es aprovechar las plazas libres resultantes en los vehículos con los que se prestan los servicios de transporte público regular –de titularidad autonómica- una vez atendida la solicitud de reserva de la Administración educativa. Con ello, se consiguen al mismo tiempo ahorros en las aportaciones que la Junta de Castilla y León asigna al sistema de transporte público y contribuir así a las medidas de estabilidad, austeridad y racionalización del gasto público.
En cuanto a su funcionamiento, se trata simplemente de un sistema de reserva de plazas a favor de la Administración educativa que así lo solicita, en determinadas expediciones de transporte público regular de viajeros por carretera de uso general para el transporte de estudiantes hasta y desde centros docentes de titularidad pública. Una vez realizada la reserva de plazas necesarias -alumnos y acompañantes en su caso- el resto de plazas vacantes pueden ser utilizadas por cualquier usuario de transporte público regular de viajeros de uso general. Estas plazas se gestionan conforme al sistema registrado por la Junta de transporte a la demanda.
Precisamente, la aplicación del sistema de transporte a la demanda a la gestión del uso compartido hace que la Comunidad aporte un valor añadido que deriva del control de la seguridad en este tipo de transporte, ya que permite conocer el número, incluso identificar -si fuera necesario- a los viajeros generales con antelación suficiente y, de esta forma, programar adecuadamente las reservas y el viaje, todo ello, con respeto de la normativa específica para el transporte de escolares y menores.
Así mismo, los planes anuales de inspección de transporte por carretera de Castilla y León recogen un control específico de la prestación conjunta de los servicios de transporte público regular de viajeros de uso general y especial de escolares. El plan de inspección para el año 2016 también prevé un plan específico de inspección trimestral que, como mínimo, sea de un 25 % de las rutas que están en funcionamiento en cada provincia. Hasta la fecha, los servicios se han desarrollado sin incidencias.