Parece que ha extrañado en algunos ámbitos la celebración de asamblea que refrende lo que ya me daba derecho por ley, pero las leyes electorales de nuestro entorno, y en especial la ley española, no es el mejor exponente que garantice el reflejo de la voluntad del pueblo. Nosotros en León en Común creemos en otro tipo de política, y desde luego rechazamos que los y las representantes se apoltronen en un puesto de por vida.
Este proyecto me interesó desde el principio, porque perseguía mejorar las condiciones de vida de las personas desde un formato diferente a las tradicionales estructuras políticas. Que fuera asambleario y horizontal garantizaba la plena participación, y obligaba al ejercicio de la concejalía como portavocía de las decisiones de la asamblea, además de defender derechos humanos, ser feminista, ecologista, abogar por la economía social e intentar recuperar la identidad territorial.
Actualmente, y gracias al trabajo continuado de un grupo de gente desde la honestidad y el altruismo se ha conseguido crear un espacio para trabajar en sintonía, desde donde poder llevar a cabo iniciativas francamente interesantes, en busca de la participación de la gente en las instituciones a través de nosotros.
Se ha solicitado la ratificación de la asamblea porque, aunque legalmente no era necesaria, nuestro código ético nos obliga a ello, porque entendemos que la confianza no es algo que se pueda enlatar y guardar un año, dos años, para cuando haga falta. Entendemos que tiene que ser mantenida mediante el trabajo diario y la participación continuada en el proyecto.
Actualmente estamos hablando de un proyecto vivo desde donde poder acometer la mejora de las condiciones de vida de las personas, mermadas y maltratadas por una general voluntad política de especulación y enriquecimiento de unos pocos, tarea para la que cualquier colaboración, ayuda, o participación del tipo que sea será muy bienvenida.
Concha Lucas