El presidente de la Junta de Castilla y León ha apelado a la responsabilidad de todos para ser capaces de llegar a acuerdos institucionales que permitan afrontar los principales retos educativos, como el que a finales de julio se alcanzó entre las universidades de la Comunidad y el Ejecutivo autonómico.
El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, ha reivindicado hoy la necesidad de alcanzar un Pacto de Estado por la Educación, y en particular por la Universidad. Durante su intervención en la inauguración del curso académico de las universidades de la Comunidad, Herrera ha señalado que el comienzo de este nuevo curso se produce en un contexto político nacional marcado por una prolongada interinidad así como por un contexto económico no exento de incertidumbres, debilidades y retos “que entre todos debemos afrontar, en un esfuerzo en el que han de participar también nuestras universidades”.
En este punto, el presidente felicitó a los equipos rectores de las universidades de Castilla y León por el grado de sostenibilidad económica y financiera alcanzado en estos años, un esfuerzo que la Junta ha acompañado a través de los convenios de saneamiento suscritos. No obstante, ha destacado que el reto más importante al que se enfrentan las universidades y las administraciones es la propia configuración del sistema, sus reglas de juego, su cohesión interna y su proyección exterior, que “hoy más que nunca, la sólida base de un gran acuerdo nacional” en materia educativa en general, pero muy específicamente en materia universitaria. Por todo ello, ha insistido “urge la resolución de la actual situación nacional de bloqueo” que permita contar con un marco financiero cierto que posibilite a las comunidades y a las propias universidades, conformar sus presupuestos para el próximo año.
Ese necesario consenso nacional es posible, según ha señalado, como lo ha sido en Castilla y León, donde se han alcanzado importantes acuerdos políticos. Entre ellos, Herrera ha destacado el que está permitiendo avanzar hacia un modelo de gratuidad de los libros de texto en la educación escolar; los celebrados en el marco del Diálogo Social en áreas tan vinculadas el empleo como la Formación Profesional; y el importante pacto institucional suscrito a finales de julio entre todas las universidades de la Comunidad y la propia Junta, que constituyó el primer pacto expreso a nivel nacional sobre oferta de titulaciones universitarias y cuyo objetivo es el de contar con un mapa de titulaciones más eficiente y competitivo.
Retos de las universidades de Castilla y León
Entre los grandes retos de las universidades de Castilla y León, el presidente de la Junta ha reiterado que la tasa de reposición está agravando el problema de la elevada interinidad y del envejecimiento en las plantillas. También en el ámbito de la docencia, ha abogado por la racionalización y mejora del mapa de titulaciones, así como por la internacionalización de las universidades de Castilla y León.
Asimismo, ha señalado, es preciso seguir trabajando para que los estudiantes puedan acceder a las aulas en condiciones de equidad. Castilla y León es la segunda Comunidad con mayor porcentaje de jóvenes -de 18 a 24 años- que cursan estudios universitarios: el 37,8 % del total. En los últimos años, la Junta ha mejorado y consolidado un sistema de becas propio de Castilla y León, siendo una de las únicas cinco comunidades que cuenta con él. El curso pasado, con una dotación de 4,7 millones de euros, benefició a 2.650 universitarios en total. Además, y con el objetivo de atender a otras causas, además de las económicas, que pueden ser traba en el acceso a la universidad, se han creado las becas “Luis Sáez”, que pretenden reducir la brecha educativa en las jóvenes de etnia gitana.
En relación con la Investigación, segunda gran misión de la Universidad, en Castilla y León se está desarrollando una Estrategia de Especialización Inteligente (RIS3), enmarcada en la política de innovación de la Unión Europea, que define los sectores productivos de mayor fortaleza y ventaja competitiva, y prioriza el esfuerzo innovador dirigido a ellos. En su ejecución, las Universidades están teniendo un papel fundamental, con casi el 37% del gasto movilizado en su primer año de vigencia, un dato superior en 10 puntos a la media nacional. De acuerdo con dicha Estrategia de Especialización, y con el programa Horizonte 2020, se han diseñado las denominadas Unidades de Investigación Consolidadas, de las que hoy ya están autorizadas 126.
El presidente también ha destacado que, pese a la crisis de los últimos años, todas las universidades públicas han visto mejoradas sus infraestructuras científicas gracias a la aplicación de fondos europeos con cofinanciación de la Junta. Son así una realidad: el Edificio del Centro de Investigación en Biotecnología Alimentaria en Burgos; el Edificio Cibernético en León; el Edificio Multidisciplinar de I+D+i en Salamanca; y el Edificio LUCIA en Valladolid.
En el futuro, se seguirán reforzando esas infraestructuras por medio del Plan de Infraestructuras Universitarias, que prevé para estos años inversiones por más de 55 millones de euros, a las que hay que añadir la ejecución de la segunda fase del Campus de Segovia, por otros 7,5 millones de euros. Estos recursos permitirán financiar obras tales como la ‘Sede Mergelina’ en Valladolid, para la Escuela de Ingenierías Industriales; la mejora del Campus de Soria; la rehabilitación del Colegio San Bartolomé en Salamanca; la reparación de las cubiertas del edificio del Pabellón de Gobierno en León; o el acondicionamiento del Hospital Militar y del Hospital del Rey de Burgos, así como la renovación del lucernario de la Facultad de Derecho, también en Burgos.
El presidente también ha reseñado las ayudas para la adquisición de equipamiento científico compartido a través de INFRARED; las subvenciones directas al Consorcio BUCLE de bibliotecas universitarias; y el apoyo a la Red de Ciencia y Tecnología de Castilla y León, cuyo tendido conecta desde 2015 los 11 campus públicos, y en la que tiene un importante protagonismo la Fundación del Centro de Supercomputación situado en la Universidad de León.
Este capítulo de apoyo a las infraestructuras se completa con la financiación de los gastos de funcionamiento e inversiones del Centro de Láseres Pulsados, en Salamanca. Y del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, en Burgos, que contará con un nuevo convenio a partir del próximo año. En este punto, Herrera ha afirmado que “la Junta de Castilla y León comparte, apoya y defiende el interés expresado por el Rector de la Universidad de Burgos de que se reconozca a la misma una mayor presencia y participación en la gestión y actividad de dicho Centro”.
Respecto a la contratación de personal, en 2016 se destinaron 9,6 millones de euros. Por un lado, a través de las ayudas a la contratación predoctoral de personal investigador, que se convocarán antes de fin de año y permitirán celebrar 75 nuevos contratos. Por otro, las ayudas a la contratación de técnicos de apoyo a la investigación, ya convocadas, que financiarán 110 plazas.
En cuanto al apoyo a proyectos de investigación aplicada, la correspondiente convocatoria se resolvió en agosto, y se ha traducido en 66 ayudas, con una duración de hasta 3 años, y por un importe total superior a 6 millones de euros, que triplica casi las cantidades destinadas en los últimos años a estos proyectos. Por último, el presidente ha recordado que la Junta tiene previsto poner en marcha un sistema complementario de ayudas a la investigación básica, para el que queremos contar con el compromiso de cofinanciación de las propias Universidades.
Transferencia del conocimiento entre Universidad y Empresa
En cuanto a la tercera gran misión de las universidades, la Transferencia del conocimiento, el presidente ha recordado que en 2008 se puso en marcha el Programa de Transferencia Universidad-Empresa, gracias al cual se han consolidado equipos especializados en transferencia del conocimiento en todas las universidades; se ha impulsado su participación activa en los clústeres empresariales; se han creado cerca de 170 empresas, la mitad de ellas de base tecnológica, y han aumentado las solicitudes de patentes, y los proyectos con empresas presentados a convocatorias de I+D+i, nacionales e internacionales.
Según ha destacado el presidente, actualmente se puede afirmar que cada vez son más contundentes los ejemplos de implicación de las universidades en la transferencia del conocimiento a las empresas, como sucede en los Parques Científicos de las Universidades de Salamanca y Valladolid, o por medio de estructuras de interfaz Universidad-Empresa como son los centros tecnológicos (por ejemplo, el INBIOTEC en la Universidad de León).
En el caso de Burgos, Herrera ha celebrado la intensa vinculación de la Universidad con la mayor parte de los principales sectores productivos y grupos industriales de la provincia y de la Comunidad. Así, ha recordado la colaboración de la Universidad de Burgos con la empresa Campofrío, que se remonta a 1994, y ha reiterado el compromiso de apoyo de la Junta para la inmediata puesta en marcha de un “prometedor” proyecto colaborativo de un Centro de investigación agroalimentaria.