El Real Madrid suma su tercer partido sin ganar tras regalar los últimos veinte minutos
El Real Madrid saltó al Westfalenstadion convencido de que podía ganar y volver a ofrecer un nivel digno de la competición, y así fue. Pero se le olvidó que los partidos duran 90 minutos y lo pagó caro. La marcha de James dejó solo a Weigl en la creación y los alemanes reaccionaron. Tercer partido consecutivo sin ganar para el Madrid.
En la portería blanca, la vuelta de Keylor Navas era la noticia y reaparecía, en un principio, de la mejor manera. Tras una mano clamorosa de Cristiano que no se pitó, el costarricense voló para sacar el guante imposible. Los alemanes empezaban a asediar a su rival una y otra vez, pero los espacios atrás se pagan muy caros contra el Real Madrid. Tanto es así, que en el minuto diecisiete, Modric empezó un ataque feroz que finalizó Cristiano Ronaldo tras un taconazo de Bale. Una contra perfecta para silenciar el Westfalen. El gol pareció anestesiar al Dortmund que no conseguió recuperar el ritmo vertiginoso del inicio en el resto de la primera mitad. Sin embargo, llegó el error, y muy grave. Keylor despejó de puños una falta fácil de atajar y dejó en bandeja el empate de Aubameyang.
El Madrid continuaba sin arriesgar en un pase y buscaba la contra que le diera la victoria. Los de Zidane preferían proteger el espacio a presionar al hombre y eso les daba sus frutos. Los de Tuchel fueron incapaces, salvo en alguna acción de Dembelé, de desbordar la telaraña merengue. Los blancos frenaban el ritmo y lo hacían con el balón. El premio al trabajo de equipo lo encontraron en un rechace del poste que le cayó a Varane para poner el 1-2 y, con ello, rubricar su enorme partido en la vigilancia atrás. Para acentuar más esto, entró Kovacic sustituyendo a James, pero tuvo el efecto contrario. Esto provocó que la marca fija que ejercía el colombiano sobre Weigl, se perdiera y, con esto, los alemanes volvieron a crear. El Dortmund se logró crecer y volver a creer en que podía rascar algo ante el campeón. Pulisic y Emre Mor, hoy en el banquillo, entraron para intentar descolocar a la defensa del Real Madrid. Los recién ingresados hicieron intervenir a Keylor y lograban desquiciar a Ramos y compañía. Hasta que pasó lo que se veía venir. Schürrle fusiló la portería y hacía estallar el «yellow wall». Empate merecido. El Madrid dejó de hacer lo que le estaba dando buen resultado y lo pagó.
Un Dortmund inexperto pero atrevido. Un conjunto más que trabajado el de Tuchel que logró reaccionar al que, hasta la marcha de James, estaba siendo un buen partido de Zidane y los suyos. Emre Mor y Pulisic le dieron vida y Schürrle puso la puntilla. 2-2 que deja el grupo muy abierto con la victoria del Sporting ante el Legia.
Juan Lorenzana Prieto @juanlp91
Fotografías: Twitter: @FutsportsBR y @SkorerCom