El monumento y su entorno han sido objeto de una serie de trabajos encaminados a mejorar la accesibilidad y la comprensión del yacimiento arqueológico, a los que la Junta de Castilla y León ha destinado más de 62.000 euros. El Ayuntamiento de Simancas, se encargará ahora del mantenimiento y la organización de las visitas guiadas.
El director general de Patrimonio Cultural, Enrique Saiz, y el alcalde de Simancas, Alberto Plaza, han presentado esta mañana los trabajos realizados por la Junta de Castilla y León en el yacimiento arqueológico de Los Zumacales, que han permitido recuperar el sepulcro megalítico para que pueda ser visitado y conocido por el público en general.
La importancia del yacimiento de Los Zumacales estriba en la información que ha aportado a los investigadores sobre las costumbres y usos funerarios de la etapa del Neolítico, a la que pertenece, ya que el sepulcro megalítico está datado en el IV milenio antes de Cristo. Además, resalta por el hecho de ser un espacio único en la provincia de Valladolid, donde no se tiene constancia de la existencia de ningún otro dolmen de este tipo.
Los trabajos para recuperar este espacio, en los que la Consejería de Cultura y Turismo ha invertido 62.274 euros, han permitido mejorar los accesos hasta el yacimiento, colocando señales informativas y didácticas para los visitantes, junto a los trabajos en el propio túmulo prehistórico, consistentes en la limpieza del yacimiento y labores encaminadas a su buena conservación, tales como una delimitación precisa del monumento. Además, se han restituido a su lugar original los bloques calizos desplazados en 1981 y se ha procedido a la reconstrucción de la cámara del dolmen y la restitución volumétrica del túmulo con las piezas procedentes del propio yacimiento, de modo que se recupera la imagen documentada en los años 80.
Para facilitar la difusión y el conocimiento de Los Zumacales por parte de los visitantes, se ha elaborado un tríptico informativo disponible en la Oficina de Turismo de Simancas, donde también podrá contemplarse una maqueta a escala del yacimiento. Los ciudadanos podrán además ver un audiovisual de acceso completamente libre acerca de este monumento a través del portal de vídeos YouTube.
Tras la realización de los trabajos por parte de la Consejería de Cultura y Turismo, y tal como establece el protocolo firmado por la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Simancas, será ahora éste el encargado del mantenimiento del sepulcro y su entorno y será la propia oficina de turismo municipal la responsable de organizar las visitas al yacimiento, que se realizarán por grupos con inscripción previa por teléfono, web o correo electrónico. En lo que queda de 2016 está previsto que se realicen visitas guiadas en el puente festivo del 1 de noviembre y en el puente de la Constitución.
Un yacimiento único en Valladolid
Los Zumacales constituyen un ejemplo único de este tipo de yacimientos en la provincia de Valladolid y, junto al de Osorno, en Palencia, son los únicos ejemplos de este tipo de tumbas existentes en el interior de la Meseta Norte, siendo más frecuentes en las provincias de los bordes de la Comunidad. Estos monumentos poseen un inmenso valor cultural y patrimonial y son la memoria y el legado de unos antepasados que los construyeron con su esfuerzo y capacidad.
La tumba megalítica de Los Zumacales fue utilizada a principios del IV milenio antes de Cristo y arquitectónicamente responde al modelo de ‘sepulcro de corredor’, con una cámara circular de 5,20 metros de diámetro y un pasillo de 6 metros de longitud y una anchura de 0,70 metros. Un aspecto original de su construcción es la colocación en forma apaisada de sus ortostatos (piedras que sostienen la estructura), en lugar de la más habitual forma vertical. El proceso constructivo de Los Zumacales se culminó con un gran túmulo que contenía un anillo formado por grandes bloques trabados en forma de cuña, dando lugar así a una estructura de 30 metros de diámetro y un volumen estimado de 1.500 m3.
La cámara mortuoria se excavó en 1982 y en su interior se hallaron restos pertenecientes al menos a 22 individuos, acompañados de un importante número de piezas de ajuar funerario. Entre estas piezas, realizadas principalmente en materiales como sílex, destaca la aparición de dos ‘ídolos-espátula’ fabricados en hueso, uno de ellos empleando un radio humano. La intervención llevada a cabo en 1989 y 1990 permitió documentar las características del túmulo e identificar restos de actividad humana previos a la construcción del sepulcro: un pequeño hogar y diversos restos de actividad doméstica.