Una temporada de incendios sin avances contra el fuego
Incendios más destructivos
Al cierre de la temporada de alto riesgo de incendios de 2016, los datos confirman un año más la tendencia denunciada por WWF: hay menos incendios, pero más destructivos, y el número de grandes incendios forestales (GIF, los mayores de 500 hectáreas) no se reduce respecto a la media. Los 21 GIF del año han quemado el 60% de la superficie total afectada. WWF pide las Comunidades Autónomas que cambien su enfoque en la lucha contra el fuego, y apuesten por una verdadera prevención para apagar este invierno los incendios del próximo verano.
Hasta el 30 de septiembre, según los últimos datos oficiales ofrecidos por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, en 2016 se han producido en España 7.695 incendios (un 33% menos que la media del último decenio) en los que han ardido 60.098,76 hectáreas (un 32% menos que la media). Pese a ello, 2016 ha sido el año con mayor número de grandes incendios, tras 2012 y 2009, con algunos tan devastadores como el que arrasó el 7% de la isla de La Palma llevándose la vida de un agente medioambiental. Para WWF, el impacto de los grandes incendios demuestra que no se avanza en la lucha contra el fuego en España, porque los bosques españoles siguen abandonados y listos para arder.
Por regiones, Galicia concentra un tercio de lo quemado en toda España. La Comunidad Valenciana, por su parte, se mantiene como una de las regiones más vulnerables al impacto de los grandes incendios, con cuatro siniestros que obligaron a desalojar miles de personas. WWF ha escrito a los presidentes de ambas comunidades autónomas para que aborden esta lacra de raíz y abandonen la actual política cortoplacista de lucha contra el fuego, que prioriza la extinción sobre la prevención. Para ello, es esencial que una vez identificadas correctamente las zonas con mayor riesgo de sufrir grandes incendios forestales, aprueben para esas zonas inversiones que hagan los bosques menos vulnerables al fuego. WWF pide que apuesten por políticas de prevención activa, como fomentar la gestión sostenible de los bosques, recuperar sus usos y aprovechamientos (ganadería extensiva o el uso sostenible de la biomasa, por ejemplo), o recuperar bosques autóctonos, mixtos e irregulares.
WWF recuerda que, aunque ha pasado la época de alto riesgo de incendios en el conjunto de España, en la Cornisa Cantábrica el momento crítico llega en invierno. Entre febrero y marzo ocurren en Asturias, Cantabria y Galicia más del 60% del total de los siniestros, que son responsables de casi la mitad de la superficie que se quema en toda España. Estos incendios se caracterizan porque la gran mayoría son intencionados, hasta un 80% del total, y están vinculados a quemas ganaderas realizadas sin autorización ni control para el mantenimiento de pastos. WWF pide a las Comunidades Autónomas afectadas que se adelanten a esos fuegos, implicando al sector ganadero en la búsqueda de soluciones que pongan fin al disparatado número de incendios en sus regiones, y poniendo en marcha Planes de Apoyo a la Ganadería Extensiva que resuelvan los verdaderos problemas del sector.
Fuente: wwf.es / Ambientum