El Ayuntamiento, gracias a la actuación conjunta de las concejalías de Medio Ambiente y de Salubridad, abordará en marzo la última fase de los trabajos para el control de los dormideros de estornino pinto (sturnus vulgaris) y estornino negro (sturnus unicolor) en las zonas ajardinadas de León. Los trabajos se iniciaron en otoño del año pasado, con cargo al presupuesto de Parques y Jardines, y terminará el 31 de marzo. Antes de este trabajo municipal se estimaba el censo en 72.000 estorninos en la ciudad. Durante el mes de febrero se alcanzó la ausencia total de la ciudad de las aves.
Durante el mes de marzo se culminará el proceso de seguimiento de los dormideros urbanos de los estorninos con el fin de impedir una nueva instalación de estas aves en León.
El estornino negro es una especie residente en la ciudad de León mientras que el estornino pinto es una especie migratoria que provoca la mayor problemática por concentrarse durante el mes de invierno en bandos de miles de ejemplares que se agrupan para dormir en zonas arboladas por lo que provoca intensos ruidos nocturnos, acúmulo de excrementos en la vía pública, especialmente en los vehículos o en el mobiliario urbano, sobre todo en los parques y jardines de la ciudad.
Desaparición de la población con sistemas inocuos
Antes del inicio de la campaña, se realizó un censo en la ciudad contabilizándose 72.000 estorninos concentrados en el Paseo de La Condesa, el Parque de San Mamés, Paseo de Salamanca, Parque de Quevedo, Paseo de Papalaguinda, Parque del Cid, Parque de San Francisco, zona del Campus Universitario de León y el Parque de los Reyes de España.
Al comienzo de los trabajos, se redujo en un 60% la población de estorninos, alcanzando la ausencia total en el mes de febrero. En marzo se culmina la actuación con el fin de impedir una nueva instalación de los estorninos en la ciudad.
En otoño se volverá a iniciar esta campaña de control de los estorninos en la ciudad coincidiendo con sus períodos de migración.
Para la expulsión de los estorninos de la ciudad, el Ayuntamiento contrató los servicios de una empresa especializada –‘Locus Avis’- que emplea sistemas incruentos para las aves e inocuos para las personas. El uso de aves rapaces –halcones- especialmente adiestradas para realizar vuelos de intimidación y equipos de reproducción de sonidos de alarma son los sistemas utilizados para conseguir alejar de la ciudad a esta especie.
El presupuesto destinado por Parques y Jardines a este fin asciende a 10.950 euros, el 50% con cargo a 2016 y el otro 50% con cargo a 2017.