El procurador en las Cortes de Castilla y León, Luis Mariano Santos, y el secretario general de UPL, Eduardo López Sendino, han afirmado hoy en rueda de prensa que el aeropuerto no es una infraestructura prescindible. Es necesario dar una estabilidad a la oferta de vuelos del Aeropuerto tanto, en la conexión anual con Barcelona como en las frecuencias estivales:
– No es de recibo que se cancele la conexión a Barcelona durante el mes de noviembre (como sucedió en el año 2015) o se deje de forma testimonial con dos frecuencias semanales (como sucedió en el año 2016) debido a la falta de previsión del Consorcio a la hora de prever cuando finaliza un contrato o empieza el otro.
– Relacionado también con la falta de previsión por parte del Consorcio del aeropuerto está la tardanza con la que se firma el contrato de los vuelos estivales. Mientras que en otros aeropuertos los destinos estivales permanecen a la venta por las compañías desde principios de año, en el aeropuerto de León salen a la venta en abril o mayo provocando que muchos potenciales usuarios del aeropuerto planifiquen sus vacaciones desde otros aeropuertos del entorno mermándose las posibilidades del aeropuerto de León. En concreto, hoy día 24 de marzo es imposible comprar tickets para los vuelos estivales, ni siquiera para Barcelona y en el cercano mes de mayo.
En ambos casos el problema real versa también en la temporalidad del contrato de promoción y en la escasa vigencia del mismo. Para Aena, para los usuarios y para la empresa adjudicataria del contrato publicitario sería muy beneficiosa una programación a largo alcance dando eficiencia y competitividad a la instalación.
La posibilidad de que compañías aéreas low cost operen desde el aeropuerto de León no es una utopía. Lo hacen desde aeropuertos del entorno que tendrían datos similares en caso de que no operaran este tipo de compañías como el de Valladolid o desde aeropuertos con unos datos de pasajeros muy inferiores cuando han operado sin este tipo de compañías como el de Vitoria.
En estos momentos se está experimentando un nuevo auge de las pequeñas y medianas instalaciones aeroportuarias. A título de ejemplo, ha salido en los medios de comunicación asturianos la oferta que lanzaba Ryanair para que el Gobierno del Principado apoyara económicamente la implantación de vuelos a Frankfurt y a Bruselas tal y como hace con otras compañías como Volotea.
Una visión global de las potencialidades del aeropuerto supondría un incremento espectacular del turismo convirtiendo el Aeropuerto de León, complementando al de Asturias en el lugar que se merece dada su ubicación geográfica.
Desde UPL somos conscientes de los problemas que a veces generan estas compañías cuando deciden abandonar las instalaciones en caso de que se eliminen las subvenciones, del tamaño del aeropuerto y de la potencialidad del mismo pero también somos conscientes de la falta de la voluntad por parte del Consorcio para negociar con este tipo de compañías que podrían operar desde León.
Los mecanismos jurídicos a la hora de celebrar este tipo de contratos son los mismos que en otros ayuntamientos o diputaciones donde sí contratan con este tipo de compañías (Diputación de Álava, Ayuntamiento de Vigo, Gobierno del Principado de Asturias, etc.) y el dinero que gasta anualmente el Consorcio de León no dista tanto de lo que piden compañías como Ryanair por mantener una oferta estable de vuelos en aeropuertos similares al nuestro. Lo que hace falta es sentarse con ellas, analizar los pros y los contras y valorar una promoción publicitaria que traería a León decenas de miles de turistas al año.
El contrato con Air Nostrum también es mejorable. A parte de la falta de previsión de los vuelos de verano es necesario mejorar la oferta de los vuelos anuales, aumentando de cinco a seis las frecuencias a Barcelona y buscando, al menos, otro destino de fin de semana como pudiera ser Valencia. Esta conexión ya contó con buenas cifras en número de pasajeros cuando tuvo abierta la ruta Air Nostrum y permitiría la conexión de un área de influencia de más de un millón y medio de habitantes con nuestra Provincia todo el año, sin olvidar que Air Nostrum también mantiene un contrato de promoción del Aeropuerto de Valencia, lo que facilitaría las cosas.
La situación estratégica del aeropuerto y las posibilidades de León como nudo logístico hacen más que necesaria la potenciación del aeropuerto para el transporte de mercancías. Sabemos que es difícil pero no imposible y que hay que trabajar para mejorar los datos de transporte de mercancías que son prácticamente inexistentes.
La promoción realizada por la Diputación y el Ayuntamiento a través del Consorcio de Turismo, por ejemplo en la madrileña Estación de Chamartín con ocasión de la apertura de la línea del AVE, ha sido muy positiva para la Provincia. Esta publicidad es muy beneficiosa para los leoneses, potencia el comercio y la hostelería por lo que también es más que necesario implantar este tipo de acciones en ciudades como Barcelona o Valencia al objeto de potenciar la entrada de turistas en nuestra provincia en lugar de facilitar las vacaciones de los leoneses durante poco más de un mes al año como se está haciendo con la inadecuada y escasa oferta de vuelos estivales.
También queremos denunciar que el “compromiso” del Ayuntamiento de León para pagar los más de 2,6 millones de euros que debe al Consorcio tiene que hacerse realidad para potenciar el turismo de la ciudad y realizar una promoción seria del mismo.
Finalmente, desde UPL queremos manifestar que la apuesta por el Aeropuerto es irrenunciable y criticamos la falta de responsabilidad de aquellas formaciones que piden el cierre de una infraestructura que genera cuarenta puestos de trabajo directos y unos veinte indirectos, que supone la puerta de nuestra región al mundo e infinitas posibilidades de desarrollo. De hecho, las pocas empresas que han decidido instalarse en nuestra provincia en los últimos años lo consideran un instrumento muy útil e indispensable, a pesar del escaso apoyo por parte de Consorcio y del nulo apoyo por parte de la Junta que contrasta con los 3,5 millones de euros anuales que le dieron a Ryanair durante muchos años.