El Real Madrid selló su billete a Cardiff. Un gol de Isco quitó las esperanzas al ejército del Cholo Simeone que se había adelantado, 2-0, en apenas 16 minutos. 

Los hombres comandados por el argentino hicieron gala de un sentimiento, de un lema que han acuñado desde hace varios años: ‘Nunca dejes de creer’, y así fue. Se lo creyeron, pensaron que era posible voltear la eliminatoria y dar la vuelta a la historia. Casi lo consiguen. 

El partido se convirtió en un éxtasis colectivo, en más de 50.000 almas rojiblancas quedándose afónicos por lo que estaban viviendo. Dos goles en 16 minutos hacían soñar y de que manera. El Calderón temblaba, latía, vibraba…Era indescriptible lo que se estaba gestando. Los seguidores merengues no lo podían creer, no daban crédito a todo lo que se estaba viviendo. Sin embargo, el Real Madrid es de esos equipos que en la adversidad se crece. Los pupilos de Zidane comenzaron a gobernar el centro de la cancha, dirigidos por un Modric sobresaliente. En esto, cerca del descanso, a Benzema se le iluminó la bombilla y decidió inventar. Línea de banda, encerrado, consigue salir, se escapa y le vuelven a rodear. Ahí el 9 francés, con un toque sutil hacia delante tras pisada del balón, consigue marcharse de sus tres perseguidores, ponerla atrás y tras parada de Oblak a disparo de Kroos, Isco la manda a guardar. Era el gol del boleto a Cardiff, el gol que acababa con las esperanzas de la gesta, con todo lo narrado anteriormente. Isco selló con el tanto un partido brillante y una eliminatoria sublime. 

Acabó el encuentro bajo la lluvia, para dar más épica todavía a un partido taquicárdico hasta el gol del malagueño. La afición colchonera despidió al equipo entre honores, como se merecía, y a la vez entre lágrimas, las de caer por cuarto año consecutivo ante el eterno rival. El Madrid festejaba, se tiraba en la reconvertida a piscina cancha del Calderón y Nacho ponía la bandera blanca sobre el césped. El Real Madrid se cuela en su segunda final consecutiva de Champions League.

 

Juan Lorenzana Prieto @juanlp91

Foto: Twitter: @Incontropiede y @cleptobender