El modelo ‘Objetivo Violencia Cero’ da un nuevo paso en su desarrollo e implantación con la adaptación al mismo de los protocolos que se vienen desarrollando desde el Colegio de Psicólogos de Castilla y León con los programas tanto de derivación de mujeres víctimas de violencia de género, menores y otras personas a su cargo como de derivación de maltratadores al conocido como ‘Programa Fénix’. Entre las importantes novedades que se introducen en esta actualización de actuaciones al modelo se encuentran la derivación al programa de las niñas y adolescentes víctimas de violencia de género desde Servicios Sociales o al finalizar los procedimientos de derivación con Educación o Sanidad; la intervención psicológica con los ascendientes, descendientes, hermanos y hermanas de las mujeres asesinadas por violencia de género con apoyo psicológico ilimitado, y se contempla una actitud proactiva para derivar a los hombres que ejercen violencia de género al programa ‘Fénix’. En 2016 se atendió a cerca de 1.000 personas en este programa de apoyo psicológico a víctimas.
La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Alicia García, y el presidente decano del Colegio de Psicólogos de Castilla y León, Eduardo Montes, han presentado las actuaciones que se desarrollan dentro del programa psicológico a víctimas de violencia de género y han avanzado las adaptaciones, avances e importantes novedades que se ponen en marcha en el mismo con motivo de su adaptación al modelo de atención integral a las víctimas de violencia de género ‘Objetivo Violencia Cero’, cuya implantación está impulsando la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades. Las directrices de este modelo se aprobaron en septiembre de 2015 y, desde entonces, se han dado pasos importantes tanto en la sensibilización como en la prevención, al tiempo que se ha ofrecido formación especializada a casi 2.000 profesionales que trabajan en este ámbito.
Entre los servicios de apoyo está la atención psicológica a víctimas de violencia de género y a las personas que dependen de ellas y que necesiten para su recuperación un tratamiento especializado desde la psicología, atención que se desarrolla gracias a un convenio entre la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades y el Colegio Oficial de Psicología de Castilla y León y que ahora se adapta al modelo ‘Objetivo Violencia Cero’, actualizando los protocolos e introduciendo importantes novedades.
Dentro de este programa de atención psicológica se distingue el ‘Programa Fénix’, como programa específico de intervención psicológica dirigido a los hombres que han ejercido violencia por motivo de género en Castilla y León, y el programa de atención psicológica a las víctimas de violencia de género, esto es, a las mujeres víctimas, a sus hijos, hijas u otras personas dependientes de la mujer que convivían o todavía conviven en el domicilio donde tuvo o tiene lugar la victimización. Se lleva a cabo en las nueve capitales de provincia y en veinticinco municipios. La intervención se lleva a cabo por 54 psicólogos y psicólogas, con formación y experiencia acreditada en el tratamiento de víctimas de violencia de género y maltratadores.
Actualización protocolos atención psicológica al ‘Objetivo Violencia Cero’
La Consejería de familia e Igualdad de Oportunidades y el Colegio Oficial de Psicólogos de Castilla y León han actualizado recientemente los protocolos en materia de atención psicológica para adaptarlos al modelo ‘Objetivo Violencia Cero’, tanto el protocolo de derivación de maltratadores al ‘Programa Fénix’ como el protocolo de derivación de mujeres víctimas de violencia de género, menores y otras personas a su cargo. De esta forma, el modelo de atención integral a las víctimas de violencia de género ‘Objetivo Violencia Cero’ da un nuevo paso en su desarrollo e implantación en la Comunidad.
A través de estos protocolos se prestará apoyo psicológico a las mujeres víctimas de violencia de género, incluidas las jóvenes menores de edad que han sufrido violencia de género por parte de su propia pareja o expareja; los hijos menores de edad a cargo de las mujeres víctimas; personas dependientes de la mujer; hombres que ejercen la violencia por motivos de género y, en los casos de asesinato de una mujer víctima de violencia de género, a sus ascendientes, descendientes, hermanos y hermanas sin límite de tiempo.
En esta actualización de protocolos destacan también algunas novedades importantes. Entre ellas, la implantación de la figura del coordinador de caso, que permite una derivación directa a un tratamiento psicológico en caso de que se considere necesario. Además, se establece la derivación al programa de las niñas y adolescentes víctimas de violencia de género, desde servicios sociales o cuando se finalicen los procedimientos de derivación con educación y sanidad.
Al mismo tiempo, se contempla la intervención psicológica con los ascendientes, descendientes, hermanos y hermanas de las mujeres asesinadas por violencia de género, para quienes el apoyo psicológico es ilimitado, tanto en el tiempo como en el número de sesiones necesarias para su recuperación.
Junto a esto, se hará una actuación proactiva para derivar a los hombres que ejercen violencia de género al ‘Programa Fénix’. Con carácter voluntario y con el único requisito de residir en Castilla y León, un hombre que ejerce o ha ejercido la violencia de género puede ser derivado directamente al ‘Programa Fénix’, desde cualquier profesional de los servicios sociales bien de las corporaciones locales o desde las gerencias territoriales de servicios sociales.
Balance 2016 del Programa de Apoyo Psicológico a víctimas de violencia de género
El número de personas atendidas en 2016 se incrementó en un 2,4 % respecto a 2015. Este ligero incremento en el número de personas atendidas se produjo en todos los grupos de destinatarios: mujeres, menores, familiares de las víctimas y hombres maltratadores. El número total de sesiones fue también superior en los cuatro grupos, suponiendo un 5,4 % de incremento.
En 2105 se atendió a 692 mujeres, 205 menores, 2 familiares y 55 hombres, lo que hace un total de 954 personas atendidas a través de un total de 5.769 sesiones. En 2016 se atendió a 706 mujeres, 206 menores, 8 familiares y 57 hombres, lo que hace un total de 977 personas atendidas a través de un total de 6.144 sesiones. Los datos disponibles de este año, los correspondientes al primer trimestre de 2017, señalan que en los tres primeros meses de este año se atendió a 284 mujeres, 93 menores, 5 familiares y 29 hombres, lo que suponen 411 personas atendidas en tres meses a través de un total de 1.231 sesiones.
El 90 % de las mujeres atendidas en 2016 eran españolas y tenían una edad media de 39 años. El 20 % de ellas estaban casadas; el 5 % eran pareja de hecho; un 9 % estaban separadas; en torno al 17 % eran divorciadas; el 19 % se encontraba en trámite de separación o divorcio, y el 30 % de ellas estaban solteras.
Aproximadamente, el 92 % de las mujeres víctimas habían convivido con el agresor, con un promedio de 13 años de convivencia. El 64 % vivían en ciudades cuando sufrieron la violencia; el resto residía en el ámbito rural.
La situación laboral de las mujeres que fueron atendidas en 2016 es variable. El 54% de ellas no trabajaba; un 40% trabajaba, la mayoría por cuenta ajena, y un 4% estaban jubiladas.
En torno al 76 % tenía una relación positiva con su familia de origen, mientras que el 24 % restante mantenía una relación negativa o de indiferencia.
Aproximadamente un 41 % de las mujeres no había denunciado al maltratador; un 21 % tenía medidas de alejamiento; en torno al 28 % tenía orden de protección, y el 56 % de ellas no contaba con ninguna medida.
En cuanto al tipo de violencia sufrida, todas ellas sufrieron maltrato psicológico; el 70 %, violencia física; y el 27 %, abuso sexual.
Los menores de edad atendidos al amparo del programa son españoles en su mayoría. El 15 % de ellos se encontraba en la franja de los 3 a los 5 años; el 35 %, en la franja de los 6 a los 10 años, y el 50 %, tenían entre 11 y 17 años. En su mayoría son hijos biológicos de las mujeres víctimas.
La totalidad de los menores tratados sufrieron violencia psicológica; el 11 %, violencia física; y el 5 %, violencia sexual.
En cuanto a los maltratadores, la primera fase de intervención es la evaluación funcional y el diagnóstico. Esta fase finaliza con un establecimiento consensuado de los objetivos del trabajo terapéutico. Se evalúan de forma más específica aquellas variables internas (de la persona) y externas (del entorno) que hacen más probables sus conductas de maltrato, teniendo muy en cuenta los inicios de sus conductas desadaptativas con respecto a la mujer, los valores que las sustentan, los usos, costumbres y sus experiencias previas, entre otras.
En el plano cuantitativo, el 83 % de los maltratadores tratados son españoles. El 37 % pertenecen al ámbito rural y un 63% al ámbito urbano. Su edad media está en torno a los 38 años. Aproximadamente la mitad de los agresores están solteros; la otra mitad son casados, pareja de hecho o separados.
El tiempo medio de convivencia de los maltratadores con sus parejas ha sido de 10 años. El 33 % están desempleados. El 66 % de ellos han sido denunciados por sus parejas. Todos los maltratadores han ejercido violencia psicológica sobre su pareja y un 40 % de ellos han sido violentos físicamente. Al menos el 50 % de los agresores han sido víctimas de violencia, sobre todo psicológica, en su familia de origen.
A lo largo de 2016 se produjo un 20 % de casos de abandono del tratamiento.