Durante el primer año se intentó disimular mínimamente, pero queda claro que pocas diferencias puede haber entre un gobierno del PP y otro.
Políticamente ha sido más de lo mismo. Amortización de deuda en vez de inversión en la provincia, un cero en políticas de empleo, se vive de los remanentes de tesorería heredados del último año de paralización de la Diputación a causa del asesinato de Isabel Carrasco y la detención de Marcos Martínez. Después, ante la duda optan por la privatización a pesar de saber que es un modelo de gestión más caro e ineficaz que la gestión pública directa. Los últimos ejemplo son los anuncios ligados a la Estación de San Isidro y el operativo de Bomberos.
En cuanto a las formas se ha pasado de intentar dar una cara amable a pasar el rodillo a cualquier iniciativa de los grupos que no apoyan las iniciativas del equipo de gobierno. Se vetan enmiendas, alegaciones o mociones de En Común que luego se vuelven a presentar dos meses después con el mismo contenido, como ha ocurrido en el caso de los recortes sanitarios. El delito es denunciar que es el PP quien aplica los recortes.
Lo más lamentable y evidente es que el PP tenga que recurrir a puntos del orden del día del pleno de junio de 2017 para justificar una gestión vacía, como fue el caso de los 30m de amortización de deuda y los 28m dedicados a carreteras. Si no hubiesen incluido a macha martillo y sin consenso estas medidas la gestión no sería más que un más de los mismo con dinero heredado que no saben utilizar. Los aspectos positivos de la gestión, como las inversiones en Leitariegos, han surgido de la movilizacion ciudadana trasladada por la oposición, en este caso En Común. Si quieres esperar alguna iniciativa diferente del PP habrá que buscar una tercera versión tras el de Carrasco y Majo.
Miguel Flecha García, Diputado Portavoz del Grupo Coalición En Común