El Archivo General de Castilla y León acoge la exposición ‘Coello y Olé’, que muestra el proceso creativo del artista Andrés Coello en su visión de la tauromaquia a través de sus pinturas. Esta muestra, que se podrá ver hasta el 15 de septiembre, se enmarca dentro de los objetivos de la Junta de Castilla y León de difundir y promocionar la fiesta de los toros y los valores de la tauromaquia.
El secretario general de la Consejería de Cultura y Turismo, José Rodríguez Sanz-Pastor, ha inaugurado esta mañana, en el Archivo General de Castilla y León, la exposición de pinturas taurinas ‘Coello y Olé,’ del artista vallisoletano Andrés Coello. Esta exposición, que podrá visitarse hasta el 15 de septiembre, se enmarca dentro de las políticas de promoción y difusión de la fiesta de los toros y de los valores de la tauromaquia que lleva a cabo la Junta de Castilla y León. Esta muestra se suma a otras actuaciones que desarrolla la Consejería de Cultura y Turismo, como la celebración de las XXII Jornadas Taurinas, las actuaciones para el desarrollo del proyecto Taurociclos, con exposiciones itinerantes que recorren la Comunidad, o la concesión del Premio Tauromaquia de Castilla y León 2017.
La muestra ‘Coello y Olé’ recoge la visión de la tauromaquia a través de la pintura del artista. Andrés Coello es un reconocido escultor y ceramista que ha expuesto su obra en numerosas entidades e instituciones, como el Museo Vaticano o la Sede del Comité Olímpico Internacional de Lausana.
En esta exposición, el autor plantea un recorrido por el proceso de la creación plástica de sus obras de temática taurina, inquietud artística que ha mantenido a lo largo de toda su carrera artística. De hecho, la muestra recoge un óleo sobre tabla datado en 1969, junto con otro variado grupo de obras en papel realizadas entre 1985 y 2008. En las obras expuestas, se muestran fragmentos de la fiesta nacional vistos por el artista, en los que se reflejan múltiples detalles del momento y de los personajes que parecen invitar al espectador a participar en el mismo.
El conjunto de obra expuesto está dotado de una gran frescura y en todas las obras seleccionadas, se puede observar cómo el encuadre y el dibujo se convierten en las constantes operativas de su lenguaje. Igualmente, la exposición recoge unos bocetos del artista, a través de los cuales se observa la dinámica del artista: hay bocetos que recogen la idea en su estado más primitivo y a continuación se exponen los diversos estudios elaborados por el autor, en los que se reflejan las dimensiones y los problemas compositivos de las futuras obras.