Jeanne Moreau, una de las grandes estrellas del cine francés de los últimos 60 años, murió este lunes a los 89 años.
Nacida en París en 1928, Moreau es famosa por sus papeles en películas como «Jules y Jim» (1962), del director francés Francois Truffaut.
Sin embargo, para el crítico de cine Nick James, editor de la prestigiosa revista británica Sight & Sound, en verdad es al revés: Truffaut es «uno de muchos directores claves que le deben a ella su primer éxito cinematográfico o uno importante».
También les sucedió a los directores franceses Louis Malle con «Ascensor para el cadalso» (1958) y «Los amantes» (1958); y a Jacques Demy con «Fiebre» (1963), de dijo James a la BBC.
«Su famosa presencia sensual se respaldaba en una técnica y tiempos actorales formidables, tanto que todos los grandes directores querían trabajar con ella: Orson Welles, Michelangelo Antonioni, Joseph Losey y Luis Buñuel, entre otros».
Moreau, quien tuvo una carrera prolífica y continuó actuando hasta hace 2 años, obtuvo numerosos premios como los galardones a mejor actriz en los festivales de Cannes y Venecia y Bafta británico.
Junto con Catherine Deneuve y Brigitte Bardot era una de las tres actrices francesas más icónicas de su generación, aunque según James, Moreau era la que tenía mayor autoridad en pantalla: «El cine francés posbélico sería impensable sin ella».
En palabras de James: «Ella era quizás el equivalente femenino a lo que Welles llamaba un actor ‘rey’: alguien que no podía evitar ser el centro de la atención. Ciertamente, con el tiempo, encarnó la idea de la estrella de cine francesa magnética por excelencia».
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