En el Día Internacional de la Juventud, desde Comisiones Obreras queremos poner el foco en una realidad, soterrada bajo las grandes cifras, y es que la tasa de accidentes laborales por cada 100.000 trabajadores/as se sitúa entre los menores de 25 años en 44,7, el doble que entre los trabajadores/as mayores de esa edad
Este dato, que habitualmente se achaca a su falta de experiencia, y por tanto se presupone inevitable o en todo caso culpa del propio trabajador, es un claro y dramático indicador de las consecuencias que las sucesivas reformas laborales han producido en nuestro país.
El acceso al empleo a través de modelos informales como son becas y prácticas no laborales, la excesiva temporalidad, la parcialidad en el empleo, las altas tasas de rotación, la pasividad empresarial en el cumplimiento de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, el abuso de las subcontratas y modalidades extracontractuales como los falsos autónomos o la mal llamada economía colaborativa, han ido minando los cimientos de nuestro sistema laboral, convirtiéndolo en un terreno cubierto de incertidumbres, vulnerabilidad y en definitiva, absoluta precariedad.
Es por esto que desde la Secretaría de Juventud de las Comisiones Obreras en León afirmamos que la seguridad y la salud en el trabajo son un derecho que debe prevalecer por encima de los intereses empresariales, y que sólo eliminando la precariedad laboral lograremos reducir los riesgos y, por tanto, los accidentes en el ámbito del trabajo.
Hoy, Día Internacional de la Juventud, reivindicamos más que nunca una juventud concienciada y organizada en la empresa, en el sindicato y en la sociedad.