El XIV Festival Leonés de Rabel reunió este martes a músicos de toda la provincia en Veguellina de Órbigo para interpretar tonadas, romances y alguna muñeira. La sala cultural de Caja EspañaDuero de la localidad se llenó de aficionados y curiosos que se acercaron a oír el sonido de este tradicional instrumento autóctono de cuerda.
Los rabelistas Miguel Ángel García González, María Luz Bajo Martínez, Tina Vidal Miguelez, Francisco Vidal Mateos, Belarmino Marcos González y Miguel Ángel Badeso Martínez, de la agrupación ‘Amigos del Rabel de León’, llegaron hasta la localidad ribereña con canciones folclóricas como ‘Camina Don Sancho’, ‘Gracia del Alma’, ‘El agua de la maravillas’ o ‘No te des de colores’, entre otras. Los músicos entonaron historias sobre peregrinos, pastores o el amor y uno de ellos también mostró su maestría con la zanfoña.
El festival nació hace más de diez años gracias al artesano leonés de rabeles, José Luis Reñón, para mantener vivo el fervor por un artefacto que según descubrió el investigador de Veguellina, Carlos Junquera, son numerosas las referencias al rabel y al rabelito existentes en documentos históricos donde aparece la Ribera del Órbigo.
Las primeras documentaciones de algún símil con el rabel datan de principios del siglo X, en Asia y en España se encuentran algunas ilustraciones, grabados y escritos en las que aparece a partir de la Edad Media (s. XII Y XIII). El rabel es un instrumento construido en el medio rural que ha conseguido sobrevivir a nuestros días gracias a este tipo de iniciativas. Con este festival se recupera una melodía peculiar y única, capaz de evocar al oyente a otra época.
El concierto estuvo organizado por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Villarejo de Órbigo. El creador e impulsor del festival, José Luis Reñón y el edil de Cultura, Balbino Ferrero, presentaron esta edición y anunciaron la continuidad del festival, que para próximas ocasiones se celebrará siempre en la localidad el segundo fin de semana de agosto.