La necesidad de reforzar los vínculos entre la adaptación al cambio climático y la reducción del riesgo de desastres es hoy más imperiosa que nunca, tras los fenómenos meteorológicos extremos que han devastado recientemente Europa y otros lugares del mundo
Preparar a Europa para el cambio climático
El informe de la AEMA «Adaptación al cambio climático y reducción del riesgo de desastres en Europa: mayor coherencia de la información disponible, las políticas y las prácticas» no solo evalúa las prácticas actuales y el nivel de los conocimientos técnicos disponibles, sino que también destaca las herramientas innovadoras emergentes que están empleando las autoridades nacionales, regionales y locales para abordar el impacto de las amenazas relativas a los fenómenos meteorológicos y climáticos.
«El alcance de la devastación causada por incendios forestales, inundaciones y marejadas ciclónicas tanto en Europa como en otros lugares del mundo ha demostrado que los costes resultantes de la inacción en relación con el cambio climático, así como con la adaptación y la prevención, son extremadamente elevados. La labor de mitigación es fundamental, como lo es también garantizar una actuación eficaz antes, durante y después de un desastre. Nuestro informe demuestra que los países europeos están empezando a prepararse, pero que una mayor coherencia entre la adaptación al cambio climático y la reducción del riesgo de desastres permitiría mejorar la capacidad de reacción y reducción de riesgos. Este es el principal objetivo que deberían fijarse los expertos que trabajan en el ámbito de la adaptación y la reducción del riesgo de desastres», afirma Hans Bruyninckx, director ejecutivo de la Agencia Europea de Medio Ambiente.
Las condiciones meteorológicas extremas, cada vez más frecuentes y costosas
Reducir los impactos de los fenómenos meteorológicos y climáticos peligrosos y al mismo tiempo adaptarse a un clima cambiante se han convertido en prioridades esenciales de la Unión Europea. El informe presenta 10 riesgos naturales clave en Europa, que incluyen las olas de calor, las fuertes precipitaciones, las inundaciones fluviales, los temporales de viento, los desprendimientos de tierras, las sequías, los incendios forestales, los aludes, el granizo y las marejadas ciclónicas.
Estos fenómenos tienen consecuencias importantes para la salud humana, la economía y los ecosistemas, y aún pueden resultar más onerosos por efecto de otros cambios, como el aumento del sellado del suelo, las construcciones en zonas de riesgo, el envejecimiento de la población o la degradación de ecosistemas. Las proyecciones climáticas indican que la frecuencia y la gravedad de la mayoría de estos riesgos aumentará durante las próximas décadas en toda Europa.
Las pérdidas económicas totales provocadas por los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos en los 33 países miembros de la AEMA, durante el período 1980-2016, ascienden a más de 450 mil millones de euros. La proporción más elevada de impactos económicos correspondió a las inundaciones (40 % aproximadamente), seguida de las tormentas (25 %), sequías (10 % aproximadamente) y olas de calor (5 % aproximadamente). La cobertura del seguro total para todos estos riesgos es de en torno al 35 %.
Una amplia proporción de las pérdidas totales fue debida a un reducido número de fenómenos. En cuanto a las consecuencias para la salud humana, las olas de calor son las más letales, en particular entre grupos vulnerables, como las personas mayores, por ejemplo, debido al empeoramiento de las enfermedades respiratorias y cardiovasculares, acentuadas aún más por la contaminación del aire. Las inundaciones, los desprendimientos de tierras y los incendios forestales también provocan muertes, pero en menor medida que las olas de calor.
Fuente: eea.europa.eu / Ambientum