El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, ha clausurado esta mañana la Jornada ‘Diálogo Social, instrumento de cohesión’, organizada por la Fundación Fermín Carnero, donde ha animado a continuar avanzando hacia la internacionalización de un modelo de hacer las cosas que constituye una de las señas de identidad de la Comunidad y uno de los máximos ejemplos de la Democracia participativa.
El presidente de la Junta ha destacado hoy, durante la clausura de la Jornada organizada por la Fundación Fermín Carnero, que el Diálogo Social de Castilla y León es en buena medida fruto de un sindicalismo inteligente y moderno, de un «sindicalismo dialogante» que, sin renunciar a su carácter reivindicativo, es capaz de influir en las políticas públicas. Así, Juan Vicente Herrera ha subrayado que el mérito de nuestro Diálogo Social es que es «un diálogo auténtico: un diálogo entre quienes piensan diferente».
A partir de esta premisa, a lo largo de estos años se ha ido construyendo lo que sin duda es hoy una de las principales señas de identidad de la Castilla y León moderna. Una seña de identidad, según ha destacado el presidente, cuya raíz no se encuentra en ningún nacionalismo anacrónico, que no necesita de ningún enemigo exterior, sino que solo quiere afrontar y vencer las dificultades y problemas de las personas.
En la actualidad, la mayoría de las grandes corporaciones locales de Castilla y León (diputaciones y ayuntamientos de más de 20.000 habitantes) disponen de sus propios Consejos del Diálogo Social, mientras que comunidades como Navarra (en 2014) o La Rioja (en 2016) han creado por Ley Consejos del Diálogo Social similares al que las Cortes de Castilla y León regularon ya en el año 2008.
Por este motivo, el presidente de la Junta también ha animado a continuar avanzando en el objetivo de la internacionalización del Diálogo Social hacia las naciones de América, demostrando así que las señas de identidad compartidas no se agotan en el pasado, sino que se extienden al futuro.
En este sentido, ha señalado que si el Diálogo Social de Castilla y León se está tomando como referente es por aspectos como su máximo nivel de participación, con todos los agentes económicos y sociales; su máximo nivel de materias, ya que no solo abarca las económicas y las laborales, sino también las sociales; su máximo nivel de institucionalización, ya que está incorporado al propio Estatuto de Autonomía; y su máximo nivel de eficacia, puesto que ha dado lugar a una amplísima relación de acuerdos, traducidos en leyes, decretos, órdenes, convocatorias y resoluciones de directa aplicación. Asimismo, el Diálogo Social de Castilla y León ha acreditado también su máximo nivel de compromiso con algunos grandes objetivos de la Comunidad, como es el cambio de modelo productivo, materializado en los sucesivos Acuerdos Marco para la Competitividad e Innovación Industrial.
Asimismo, según ha destacado el presidente, el Diálogo Social está comprometido con el medio rural, expresado en iniciativas tales como el Plan de Empleo Local, y en los acuerdos relativos al despliegue de los grandes servicios públicos, las infraestructuras de comunicación y los recursos forestales.
Y, fundamentalmente, el Diálogo Social está comprometido con los más desfavorecidos y con las personas más frágiles en general. Así se ha demostrado a lo largo de la crisis social y económica sufrida desde 2008, con medidas que más tarde tuvieron repercusión nacional, como el Programa Personal de Integración y Empleo, y las ayudas para trabajadores afectados por EREs, o para los de más de 55 años despedidos por empresas insolventes. En el seno del Diálogo Social se puso en marcha también la Fundación Anclaje y un Protocolo de actuación ante situaciones de crisis y deslocalizaciones empresariales, que ha permitido estos años encauzar algunas situaciones límite.
Entre las numerosas iniciativas y líneas de naturaleza social, educativa o de vivienda, cabe destacar el establecimiento y evolución de una figura como la Renta Garantizada de Ciudadanía, que en 2016 benefició a 38.600 personas y que forma parte de una Red de Protección que nació con la crisis –junto con otros servicios pioneros en materia de desahucios o de prestación de alimentos– y que va a convertirse en una figura estable de protección social.
Por todo ello, y por los 90 acuerdos concretos alcanzados desde su nacimiento, así como por el clima de paz social y de estabilidad que ha aportado, el presidente de la Junta ha afirmado que el Diálogo Social ha demostrado ser un elemento esencial para la denominada «Democracia participativa». Asimismo, el Diálogo Social no solo es compatible, sino que se fortalece con otras formas de Democracia participativa, como es la que representa el Consejo Económico y Social, la que se produce con el ejercicio del llamado ‘Gobierno Abierto’, o el propio Diálogo Civil, que se regulará por Ley próximamente.
En este punto, Herrera ha destacado que Diálogo Social y diálogo político pueden tener muchos puntos en común y caminar en paralelo, como ha sucedido con acuerdos firmados con los agentes económicos y sociales en relación con proyectos que debían ser luego aprobados por las Cortes, como el Plan de los Municipios Mineros.
Recuerdo a los orígenes
Durante su intervención, el presidente de la Junta ha tenido un recuerdo muy especial para algunos de los fundadores del Diálogo Social de Castilla y León. Así, ha recordado la firma, en noviembre de 2001, del ‘Acuerdo para el Impulso del Diálogo Social en Castilla y León’, con el entonces presidente de CECALE, José Elías Fernández Lobato, con el propio Fermín Carnero, líder de UGT, y con Jesús Pereda, responsable de CC. OO., también desaparecido. Igualmente, el presidente de la Junta se ha congratulado de haber tenido la suerte de «convivir» dentro de todo este proceso con quienes les sucedieron luego: Agustín Prieto y Ángel Hernández, entre ellos.