Una jornada analiza los resultados de los trabajos desarrollados en Castilla y León. Sacyl ha incluido en su Plan Anual de Gestión programas de optimización de uso de antimicrobianos y la definición de tareas y trabajos. Además, está desarrollando una herramienta para apoyar la vigilancia y diagnóstico de las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria.
El consejero de Sanidad, Antonio María Sáez, ha inaugurado hoy la jornada ‘La amenaza de la resistencia antimicrobiana’, un reto para la salud pública en el ámbito internacional que se estima que en los próximos años pueda causar unos 40.000 fallecimientos anuales en nuestro país. A nivel mundial, el número de fallecidos se estima en unos 700.000 y, de mantenerse la tendencia actual, 300 millones de personas morirán prematuramente en todo el mundo debido a la resistencia antimicrobiana.
Por eso, la Consejería de Sanidad está trabajando para tratar de paliar los efectos de esta amenaza y, así, desde la aprobación por el Consejo Interterritorial de Salud en junio de 2014 del Plan nacional frente a las resistencias a antibióticos (PRAN), son diversas las actuaciones que se han puesto en marcha en la Comunidad y se analizan hoy en este encuentro de trabajo.
Este plan nacional integra 80 acciones y medidas englobadas en seis líneas estratégicas: vigilancia del consumo y de las resistencias a los antibióticos; controlar las resistencias bacterianas; identificar e impulsar medidas alternativas y complementarias de prevención y tratamiento; definir prioridades en materia de investigación; formación e información a los profesionales sanitarios y comunicación y sensibilización de la población.
Una vez aprobado el PRAN, la Consejería de Sanidad creó un grupo de trabajo sobre la resistencia que integra a Asistencia Sanitaria, Asistencia Farmacéutica, Seguridad del Paciente y Salud Pública, con el objetivo del desarrollo de este plan en Castilla y León. Para ello, el grupo de trabajo ha realizado un diagnóstico de situación en Castilla y León, para lo que se remitió un cuestionario a todos los centros hospitalarios, públicos y privados, con el fin de conocer la situación de cada uno de ellos. Posteriormente, este cuestionario se remitió a los centros de Atención Primaria.
Además, el PRAN señala que el 90 % de los antibióticos se emplean en Atención Primaria. A través de la Red Centinela Sanitaria de Castilla y León se realizó –desde enero de 2016 y aún activo- el ‘Estudio sobre la resistencia bacteriana antibiótica en Castilla y León’, un programa de registro para los médicos de familia, pediatras y enfermeras de pediatría cuyos datos quedan recogidos en la Historia Clínica Electrónica (Medora).
También se ha desarrollado, con la Dirección General de Salud Pública y la Dirección General de Producción Agropecuaria e Infraestructuras Agrarias, un grupo de trabajo denominado ‘IX resistencias antimicrobianas’, cuyas tareas fueron compartidas a nivel nacional y coordinadas por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). Las acciones prioritarias que se decidió llevar a cabo fueron la puesta en marcha de programas de optimización de uso de los antibióticos (PROA) en el ámbito hospitalario y en Atención Primaria; la implementación de pruebas de diagnóstico rápido en el punto de atención al paciente; la integración de los laboratorios de referencia como apoyo al Sistema Nacional de Vigilancia de Infecciones Relacionadas con la Asistencia Sanitaria (IRAS) y al Plan Nacional de Resistencia a Antibióticos; mejorar el sistema de información sobre la resistencia a antibióticos; desarrollo de recomendaciones y programas sobre prevención de IRAS y formación de los profesionales sanitarios.
Además de estas actuaciones, la Consejería de Sanidad también manifiesta la importancia de las actividades en el ámbito de la prevención de las infecciones, como la correcta aplicación de los programas de vacunación o la adecuada aplicación de la higiene de manos, mediante campañas que fomentan estas actuaciones de gran trascendencia para la salud pública y para evitar la propagación de infecciones y aumentar la seguridad del paciente.
Para la progresiva implantación de todas estas medidas, el Plan Anual de Gestión 2017 de Sacyl prioriza entre sus objetivos la constitución de los equipos y los programas de optimización de uso de antimicrobianos y la definición del plan de trabajo, actividades y tareas a desarrollar. Además, se está desarrollando una herramienta para servir de apoyo a la vigilancia y diagnóstico de las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria que captura los datos de las aplicaciones de Microbiología, Farrmacia e información de Historia Clínica e incluye indicadores como datos de microorganismos multirresistentes.