El Ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, reconoció a principios de año que hacían falta 176 examinadores más.
Las jefaturas provinciales tardarán meses en disolver el tapón de alumnos que no han podido pasar la prueba de circulación por los paros.
Tras conocer la desconvocatoria de los paros de los examinadores de Tráfico, la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) considera que, si bien se trata de una buena noticia, el final de la huelga no deparará automáticamente la solución a la escasez de examinadores.
CNAE estima que algunas jefaturas provinciales tardarán meses en disolver el tapón de alumnos que no han podido pasar la prueba de circulación. Y queda pendiente de resolución el problema de fondo, que es el déficit de personal examinador en las plantillas de numerosas jefaturas provinciales de Tráfico.
El Ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, reconoció a principios de año que hacían falta 176 examinadores más. Tráfico ha prometido que, desde esa fecha hasta finales de 2018, formará a 120 nuevos examinadores. Pero entre ambos ejercicios está previsto que se jubilen unos 60 aproximadamente.
¿Quién pagará los platos rotos?
Otro problema, y no menor, es qué va a pasar con el perjuicio causado a los aspirantes a conductores y a las autoescuelas.
El conflicto, que ha durado más de 5 meses (con un total de 59 jornadas de paros), deja tras de sí más de 230.000 pruebas prácticas suspendidas, más de 120.000 permisos sin expedir y un déficit de facturación millonario en el sector de la Formación Vial española.
La Confederación nacional de autoescuelas anuncia que hará todo cuanto esté en su mano para que la DGT ofrezca un servicio de exámenes de conducir acorde con las necesidades de las autoescuelas y de sus alumnos, y para que el sector reciba una compensación justa por las pérdidas que le ha causado la huelga de los examinadores de Tráfico