La valoración del CEL sobre la Encuesta de Población Activa del 4º Trimestre de 2017 es positiva y esperanzadora si observamos el descenso del número de parados que ahora mismo hemos logrado reducir por debajo de las 30.000 personas (29.700), aunque no podemos estar igual de satisfechos si analizamos la tasa de actividad de la provincia de León que sigue bajando y se sitúa en el 49,32%, muy lejos de la nacional (58,80%) y también de Castilla y León (54,40%).
Como empresarios nos alegramos que el dinamismo de la actividad económica en León haya propiciado un descenso del paro de 2.600 personas durante los meses de octubre, noviembre y diciembre y del 23% en un año. Pero queda mucho por hacer, ya que la tasa de paro de León (14,93%) todavía está más de un punto por encima de la media de la Comunidad que se sitúa en el 13,71%.
Nos preocupa también que persistan las diferencias del paro por sexos y que haya en nuestra provincia muchas más mujeres que hombres en situación de desempleo, 17.000 mujeres frente a 12.700 hombres, lo que tendríamos que analizar más a fondo para reducir esa brecha de género y lograr más oportunidades laborales para el colectivo femenino.
Recapitulando y haciendo memoria, podemos señalar que llevamos cuatro años generando empleo, concretamente desde 2014, que fue el primer año que se saldó con generación de puestos de trabajo. En 2015, 2016 y 2017 hemos ido consolidando los buenos resultados en el terreno laboral, especialmente en el sector servicios, aunque no podemos bajar la guardia porque existen variables y datos que ensombrecen este esfuerzo.
Uno de ellos es la tasa de actividad que relega a León al penúltimo puesto en el ranking nacional, sólo por detrás de Orense. Para mejorar esa tasa y subir el número de ocupados que ahora mismo está en 169.500 personas, las administraciones tendrían que establecer de forma inmediata políticas demográficas serias y útiles que aborden y pongan soluciones al problema de la despoblación, el envejecimiento y el éxodo juvenil que sufre esta provincia.