Da igual la empresa agraciada en cada caso. El PP de la Diputación ha llegado a la solución salomónica de repartir el servicio entre competidoras como reparte gracias entre los grupos políticos que le son fieles en el pleno. Las dudas sobre el ejercicio de clientelismo político que siempre ha sobrevolado la gestión provincial da un salto y permite que repartir servicios se parezca mucho a repartir obras. Hay para todos si se portan bien, si no dan guerra o retiran denuncias, aunque se demuestre que la gestión empeora y se ha ce más cara.
En cuanto a la capital, recordamos al Ayuntamiento de León que dispone de una Coordinadora del Servicio de Ayuda a Domicilio, que podí hacerse cargo de su gestión mañana mismo. Aún así, el PP ha optado por el movimiento pendular de saltar de una empresa a otra como si de alternancia política en el bipartidismo se tratara. Se puede apostar por cual será la empresa agraciada en el próximo concurso.
El ayuntamiento disfruta de una plantilla de profesionales en ayuda a domicilio y en el de Servicios Sociales que no se merece este Equipo de Gobierno. Por tanto en el trabajo diario como en la capacidad de gestión el ayuntamiento tenía todo lo necesario para recuperar el servicio y dejar de pagar el IVA y regalar sus beneficios a cualquier empresa.
El Alcalde se ha negado a escuchar a la plantilla, a tomar las medidas oportunas para hacer cumplir la normativa vigente en el servicio y menoa a acordar con el Comité de Empresa las condiciones para la subrogación de la plantilla, que sería la culminación efectiva de la única medida sensata para regalar a León un servicio más barato y eficaz: asumir la gestión pública directa del Servicio de Ayuda a Domicilio del Ayuntamiento de León.
En fin, no se puede pedir al PP que deje de serlo, menos aún que siga imponiendo sus rancias ideas del siglo XVIII si dispone de mayoría para ello. Tomemos nota
IZQUIERDA ABIERTA LEÓN