El municipio de Villarejo de Órbigo se unió este sábado 21 de abril a las 12:00 horas al repique de campanas promovido en España por Hispania Nostra para declarar el toque manual Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO, con motivo del Día Europeo del Patrimonio Cultural.
2018 ha sido además declarado por la Unión Europea el Año Europeo del Patrimonio Cultural y por eso en esta fecha tan señalada, campaneros y carillonistas que practican el toque manual en toda Europa hicieron sonar al unísono más de mil campanas, más de 300 de ellas en España. De esta forma se inicia un proceso al que seguirá un registro llevado a cabo por Hispania Nostra, con el que se completará la documentación que constituirá la base para solicitar a la UNESCO el reconocimiento del toque de campanas como Patrimonio Cultural de la Humanidad. En la Diócesis de León ya hay casi 1.000 campanarios inventariados.
El Ayuntamiento de Villarejo de Órbigo no quiso perderse esta oportunidad, y por eso la Concejalía de Cultura organizó un repique simultáneo en las iglesias del Carmen y de San Juan Evangelista de Veguellina, de La Asunción de Estébanez de la Calzada, de San Martín de Villarejo y en la parroquia de San Miguel Arcángel y el Monasterio de la Asunción de Villoria. En la provincia también participaron en esta iniciativa otros santuarios como la Basílica de San Isidoro, en León capital y otros del Bierzo, Astorga, Omaña y Laciana, etc.
Los campaneros Javier Mayo, sor Tina, Pepe Pérez Miguelez, Amador Pinos, Guillermo Alonso Ares y Joaquín Panero hicieron sonar el ‘Angelus’, el ‘Tentenublo’, toque para avisar de la llegada de nubes y el ‘Repique de fiesta’. Cinco minutos en los que el repique automático fue sustituido de nuevo por el ritmo y el talento de los hombres y mujeres dedicados durante años a esta tarea que se ha ido perdiendo poco a poco.
El tradicional tañido de campanas se ha usado durante siglos para regular las vidas de los habitantes de un lugar desde el siglo XIII. Además de servir para llamar a la oración a los cristianos, también ha sido el principal medio de comunicación de las comunidades durante siglos. Con su repique, se alertaba al pueblo sobre el peligro de un fuego o la llegada de nubes y se le avisaba sobre la celebración de los concejos y las fiestas patronales o sobre la muerte de algún vecino .
Esta labor, es por tanto, un claro referente cultural que da cuenta de la importancia de conservar la vida en las zonas rurales, que cada día están más amenazadas por la despoblación y que son cruciales para la preservación de esta memoria cultural. Por esta razón, con este día, no solo se ha reivindicado la diversidad y la riqueza del patrimonio europeo, sino también un acercamiento a los orígenes y la protección de todos los bienes culturales para las generaciones futuras.