El 26 de abril se celebró en las nueve capitales de provincia de la Comunidad la sexta edición del examen del cazador, que los nuevos cazadores deben superar para obtener cualquier licencia de caza en Castilla y León. Se presentaron 265 aspirantes y 257 superaron la prueba.
Esta prueba para el acceso a la caza se implantó en 2015, al incorporarse Castilla y León al convenio para la expedición de licencias Interautonómicas de caza y de pesca, que permiten practicar la caza en siete comunidades autónomas -Aragón, Asturias, Extremadura, Galicia, Comunidad de Madrid, Castilla y León y Comunidad Valenciana-, sin multiplicar trámites y licencias. Actualmente, 13 de las 17 comunidades autónomas, además de Ceuta, convocan estas pruebas que facilitan el reconocimiento mutuo de los certificados emitidos entre las diferentes administraciones.
La prueba viene convocándose dos veces por año, coincidiendo con los inicios de la temporadas de la media veda y la temporada general de caza menor, y consiste en un test sobre los conceptos básicos y reglas cinegéticas que todos los cazadores deben conocer antes de poner en práctica su afición, tales como documentación y permisos necesarios, reconocimiento y biología no solo de las especies cinegéticas sino también de las especies protegidas, modalidades y armamento permitidos, lugares donde se permite la caza, nociones sobre administración y gestión cinegética, así como de normativa, ética y seguridad durante el ejercicio de la caza.
En esta convocatoria se han presentado 265 aspirantes, de los cuales 257 han superado la prueba. La mayor parte de ellos -más del 60 %- no supera los 30 años, de entre ellos destaca el más veterano de todos, un leonés de 76 años.
Las provincias con mayor participación han sido León, Burgos y Salamanca, mientras Soria y Segovia han sido en las que menos aspirantes se han presentado. La siguiente convocatoria de este examen será el 27 de septiembre, justo antes del inicio de la temporada de caza menor y de liebre con galgo.