La concejala de Cultura, Patrimonio y Turismo, Margarita Torres, acompañado de Victorino García, arqueólogo municipal, y de la presidenta de la Asociación de Vecinos Aljama, Flory Fernández -que acudió junto a otras representantes de esta entidad-, han visitado las actuaciones de acondicionamiento de la Iglesia de San Pedro de Puente Castro como centro de información y recepción de los peregrinos del Camino de Santiago, centro de interpretación del yacimiento romano ‘vicus ad legionem’ y de las tres culturas romana, cristiana y judía. Según destacó la concejala el centro estará disponible en octubre.
La proximidad de la Iglesia de San Pedro de Puente Castro al significativo yacimiento arqueológico conocido como Castrum Iudeorum, sobre el Cerro de la Mota, en el barrio de Puente Castro, así como su relación tanto con la presencia romana por una cercanía igualmente al yacimiento de Ad Legionem VII Geminam, descubierto en el propio barrio, como con el mundo cristiano medieval, representado por el Camino de Santiago en su discurrir frente a la misma puerta de San Pedro Apóstol, definen un planteamiento basado en tres bloques de contenidos: mundo romano, judío y cristiano, en diferentes momentos de la historia, tratando de ofrecer al visitante un panorama extendido, adaptado al espacio y la necesidad de hacer versátil su uso, de la riqueza histórica de la ciudad de León.
La orientación del proyecto se define así desde un ánimo divulgativo y adaptado a un tipo de público culturalmente activo, fundamentalmente aportado por la corriente de peregrinos proveniente del Camino de Santiago.
La previsible afluencia de peregrinos de diferentes nacionalidades que encuentran en San Pedro Apóstol un primer punto de referencia informativa sobre la ciudad, sus rutas históricas y sus servicios, hace necesario el tratamiento de la información de modo bilingüe (español/inglés) y completar la función divulgativa del centro mediante el lenguaje de signos para personas con discapacidad auditiva en aquellos puntos que integren información audiovisual.
El recorrido expositivo comenzará con una breve introducción al visitante, situándole en el barrio de Puente Castro, donde se localiza el antiguo castro judío, y donde son evidentes los restos romanos en el origen mismo de la ciudad, como también la tradición cristiana de peregrinar a Santiago por diversos motivos, siendo esta iglesia de San Pedro la puerta de los peregrinos a la ciudad de León.
Tras esta breve presentación el recorrido se iniciará con el pasado romano, y la fundación de la ciudad con el asentamiento de la Legio VI Victrix primero, y VII Gemina después. Se avanza en el itinerario hacia la parte de la cultura judía, que cuenta también con una pequeña introducción.
Estas actuaciones serán posibles gracias a la subvención concedida por la Junta de Castilla y León, a través de la Consejería de Cultura y Turismo, de 25.000 euros que permitirá financiar la musealización de este templo de Puente Castro y su apertura, prevista para el mes de octubre, como centro de interpretación de las culturas cristiana (Camino de Santiago), romana y judía.
La intervención para rediseñar la función de la antigua iglesia consiste en la creación de un equipamiento cultural en el que conviven diferentes realidades, a partir del diseño de un centro de recepción de peregrinos del Camino de Santiago y un centro de interpretación donde se pone en valor el pasado histórico de Puente Castro y, por extensión, de la ciudad de León. Tanto el centro de recepción de peregrinos como el centro de interpretación conviven en un mismo ámbito gracias a la adecuación museográfica.
Centro de recepción de peregrinos
El importante caudal de peregrinos que supone el Camino de Santiago a su paso por León ofrece una oportunidad inestimable para describir a los mismos la oferta de la ciudad y animarles a realizar una primera inmersión por algunos de sus hitos culturales más destacados.
1 – Punto del peregrino o punto de encuentro, de diferentes usos, pero principalmente se centrara en dar la bienvenida a éste. Aquí, el peregrino encontrará un lugar donde poder sellar su acreditación.
2 – Zona de información. Una de las demandas más firmemente planteadas por los peregrinos hace referencia a la necesidad de una información de calidad. En esta área se garantizará a los peregrinos información útil mediante folletos, mapas, guías y, en general, información turística sobre la ciudad de León. El acceso a Internet y la posibilidad de conectarse a la red eléctrica para la recarga de dispositivos multimedia son otras de las funciones ofertadas en esta zona y demandadas por los peregrinos del presente.
Contará con dos paneles con textos descriptivos del Camino y también una zona de socialización y de descanso. La modulación del espacio permite dotarle de flexibilidad y destacar zonas dándoles usos que pueden mantenerse o no en función de la demanda. No es el objetivo desarrollar este espacio como un sucedáneo de albergue, sino como zona socializadora entre los propios peregrinos, en la cual intercambiar impresiones e información y donde facilitar el encuentro de éstos con los propios visitantes del museo.
Centro romano. El yacimiento de Ad Legionem VII Geminam
Un fenómeno constatado en algunos de los grandes asentamientos militares, especialmente en los enclavados en las áreas renana y danubiana, es la existencia de dos núcleos con población civil, uno a escasos metros de las defensas del campamento, el vicus militaris en sentido estricto, y otro ligeramente alejado del campamento, un segundo vicus. El segundo de los enclaves civiles de Legio surge a unos dos kilómetros y medio al sureste del campamento legionario, en un punto estratégico de la red viaria, ya que en esta zona se cruzarían la vía I del Itinerario de Antonino -De Italia in Hispanias- que llegaba a Legio desde el Sureste, con otra calzada que siguiendo la margen izquierda del río Bernesga se dirigía hacia el sur para enlazar, en la mansio de Camala, con la vía XXXII -Item ab Asturica Tarracone-. Se trata de una aglomeración secundaria de carácter urbano o semiurbano surgida en una encrucijada de comunicaciones, a escasos metros del puente por el que el camino salvaba el río Torío y en donde los distintos tipos de edificios debieron distribuirse a lo largo de esta vía y de un buen número de calles adyacentes. Su inclusión en el Itinerario Antonino y la mención que San Cipriano de Cartago hace de él en la carta 67 que dirige en el año 254 a las comunidades cristianas de León y Astorga, nos dan a conocer su nombre: Ad Legionem VII Geminam.
El urbanismo de Ad Legionem parece caracterizarse por una falta de planificación formal como resultado de un crecimiento de carácter orgánico, lejos, por lo tanto, del trazado ortogonal que define a otras aglomeraciones civiles relativamente próximas como es el caso de Asturica Augusta o la más cercana de Lancia. Las distintas fases constructivas atestiguadas y la ocupación gradual de ciertas zonas, además de la modificación del trazado de los viales excavados, que llegaron incluso a sellar construcciones de fases anteriores, parecen ser una buena prueba de fenómeno.
Desde el punto de vista cronológico, Ad Legionem VII Geminan iniciaría su andadura temporal a lo largo del tercer cuarto del siglo I d.C., en consonancia con el levantamiento por parte de la legio VII gemina de su fortaleza en el interfluvio de los ríos Bernesga y Torío. No obstante, algunos de los materiales hallados permiten sugerir la presencia de un pequeño núcleo poblacional ya desde el reinado de Claudio (41-53 d.C.), siendo contemporáneo, por lo tanto, del segundo de los campamentos levantados por la legio VI victrix en León. Va a ser la época flavia la que marque una expansión urbanística considerable, datándose en este momento las construcciones más antiguas documentadas durante la excavación. El abandono definitivo del asentamiento se produciría entre mediados y el tercer cuarto del siglo III, ya que hasta el momento no se han localizado restos, ni constructivos ni de otra índole, que permitan suponer una datación más avanzada.
Elementos museográficos de apoyo: dos paneles con textos y reproducciones de diversos objetos similares a los descubiertos en el yacimiento de Ad Legionem, tales como vasos de terra sigillata, vasos de paredes finas, instrumentos quirúrgicos, recipientes de vidrio y cerámica común, entre otros. También se contemplan recreaciones de la excavación del yacimiento de Ad Legionem pues las excavaciones determinaron el hallazgo, en el área de una de las viviendas excavadas, de numerosos instrumentos quirúrgicos. Por este motivo dicha construcción ha pasado a denominarse como Casa del Cirujano. Esta circunstancia ha planteado la recreación de uno de los ambientes de la mencionada vivienda, donde un cirujano, acompañado de dos ayudantes, atiende a un enfermo.
La aljama de León
Ya desde finales del siglo IX y comienzos del X hay constancia de la existencia de judíos en León, aunque en estos primeros siglos no se dan propiamente en la urbe leonesa, sino más bien zonas próximas a la capital como Antimio, Trobajo, Oteruelo o la Sobarriba. Suelen aparecer como campesinos detentadores de tierras o viñas, quizás a veces configurando pequeñas comunidades rurales. Durante los siglos XI y XII, al tiempo que vemos a los judíos esparcidos por algunos puntos no lejanos a León y en la ciudad se está produciendo un crecimiento y configuración urbana protagonizada fundamentalmente por los cristianos, fuera de la ciudad, en el actual Puente Castro aparece un núcleo de población plenamente vinculado a los judíos: el Castrum Iudeorum.
Desde principios del siglo XII se fue generando al sureste de León, en torno a la actual iglesia de Santa Ana, el barrio del Santo Sepulcro. Esta zona actuó de auténtico enlace entre el Burgo de los Francos o vicus francorum y el Puente del Castro, donde se encontraba el asentamiento de los judíos. La utilización del término ‘Castro de los Judíos’ permite englobar la nomenclatura que hoy se conserva para señalar un amplio espacio de terreno sobre el que se crearon diversas formas de ocupación. Se considera este yacimiento arqueológico como un ejemplo único.
Elementos museográficos de apoyo: cuatro paneles con textos, dos vinilos recortados sobre fibrapán con imágenes alusivas al mundo hispano-hebreo, y reproducciones de dos lápidas funerarias procedentes del Castro de los Judíos, reproducciones de la Torah, puntero (yad) y menorá (candelabro) y recreaciones de un ambiente judío en una pequeña estancia comunicada con la nave central de la iglesia donde aparecen representados objetos relacionados con la cultura medieval hispano-hebrea.