Antonio Silván, alcalde de León, se ha dirigido a los alumnos de la Academia Básica del Aire con estas palabras:
“ Coronel Director de la Academia Básica del Aire, Ilustrísimo Sr. don José Antonio Gutiérrez Sevilla,
Autoridades Civiles, Militares y Religiosas,
Alumnos de la vigésimo octava promoción de la Academia Básica del Aire,
Leoneses todos,
Cumpliendo con lo que ya es una tradición y un acto entrañable y señero de la ciudad de León, nos reunimos en la plaza de San Marcos para honrar el acuerdo tomado por el pleno del Ayuntamiento de León y distinguir a los alumnos de la Academia Básica del Aire de León como hijos adoptivos de la ciudad.
Por ello, con permiso de los leoneses y las autoridades presentes, quiero dirigirme en primer lugar a los 222 alumnos que hoy reciben tan digno honor.
Durante los próximos meses vais a experimentar un proceso de simbiosis que dará lugar a una vinculación basada en un afecto con León que permanecerá para siempre. Durante los años de formación en la Academia pasaréis a formar parte de la vida de la ciudad. Pasaréis a vivir como un leonés, a pensar como un leonés, quizás, incluso a sentir o hablar como un leonés…
Esta vinculación de la que os hablo es, por supuesto, mutua, y el afecto recíproco y sincero. Dos sentimientos nacidos del orgullo, justo y merecido, que sentimos por nuestra Academia Básica del Aire y, en general, por nuestras Fuerzas Armadas.
Todas estas palabras son extensibles este año, y a ellos me dirijo ahora, al Director de la Academia Básica del Aire, nombrado también Hijo Adoptivo este año, y a cada uno de los 49 profesores que forman a las damas y caballeros alumnos, a quienes este año reconocemos por primera vez su indispensable función.
Vuestra profesionalidad y buen hacer son dos pilares fundamentales de la exitosa formación de los alumnos de las sucesivas promociones y la garantía para que desempeñen su función de manera eficaz y segura, siendo siempre conscientes del riesgo que conlleva la salvaguarda de las libertades y valores de nuestra sociedad.
Sirva este reconocimiento, al igual que en el caso de los alumnos, como homenaje a todos los docentes que imparten sus conocimientos en los diferentes cuerpos de nuestras Fuerzas Armadas. Sin vosotros, estas no serían valoradas tan positivamente, no solo por su eficaz desempeño, sino también por los valores y humanidad con el que lo realizan.
Desde que el pleno del Ayuntamiento de León, con motivo del 50 aniversario de la creación de la Escuela de Especialistas del Aire, acordara conceder este título a los alumnos de la Academia Básica, se concibió este acto para mostrar el orgullo de León por esta institución y la vinculación entre esta y los leoneses.
Sin embargo, y como se desprende de mis palabras hasta ahora, desde que tengo el honor de ser Alcalde he querido ampliar la finalidad de este emotivo acto para, de forma complementaria, honrar y agradecer a nuestras Fuerzas Armadas su labor por todos los españoles.
Esta decisión es aún más enérgica tras leer hace un par de semanas las palabras de un guardia civil recogidas por un medio de prensa en el acto de aniversario del Instituto Armado en la Comandancia de Cataluña. En esas palabras afirmaba que “la mayor recompensa que un guardia civil puede recibir es la mirada sincera y agradecida de un ciudadano».
Y estoy convencido de que realmente es así y que, además, este sentimiento es extensivo a todos los miembros de la Guardia Civil y al resto de cuerpos de nuestras Fuerzas Armadas. No se puede explicar si no de otra manera el modo en el que desempeñáis vuestra tarea…, con abnegación y sacrificio…, con esfuerzo y valentía.
Todos vosotros sois los garantes de la soberanía, permanencia y seguridad de nuestra nación, España; de nuestros derechos, nuestras libertades y modelo de convivencia. Un modelo basado en valores democráticos que, aunque consolidados y asentados, constantemente se ven desafiados por nuevas y variadas amenazas ante las cuales siempre estáis preparados y dispuestos.
Una defensa para la que trabajáis día a día, dentro de nuestras fronteras o a miles de kilómetros de ellas, en situaciones límite o en los entrenamientos y maniobras del día a día. En cualquier modo y condición, vuestra lealtad y sacrificio están en primera línea de acción.
Por eso, hoy también quiero aprovechar este acto para afirmar que unas Fuerzas Armadas modernas y eficaces requieren de una dotación de medios adecuada, cuantitativa y cualitativamente, y acorde a las exigencias a las que son expuestas.
Afirmo con rotundidad que, como ciudadano español y en justa reciprocidad con el esfuerzo y sacrificio de nuestras Fuerzas Armadas, me gustaría que quienes están al frente de la defensa de nuestras libertades, de nuestros valores y de nuestro modelo de convivencia, hasta el punto de estar dispuestos a ofrecer el mayor de los sacrificios, cuenten con los mejores medios disponibles para garantizar su eficacia y, sobre todo, su seguridad.
Si decimos, haciendo honor a la verdad, que somos ciudadanos de un país moderno y solidario, debemos facilitar las herramientas a quienes son la punta de lanza de esta sociedad y, probablemente, nuestros mejores embajadores, sobre todo donde más se necesita y ante quienes más lo necesitan.
Por todo ello, recibid este nombramiento de hijos adoptivos como una acreditación del vínculo con León y los leoneses al que antes hacía mención y de nuestro orgullo por la institución en la que os vais a formar.
Pero, sobre todo, recibidlo como agradecimiento y homenaje anticipado por el servicio, en muchas ocasiones exigente y duro, que prestaréis a los leoneses y a todos los españoles como integrantes de las Fuerzas Armadas de España.
Sabed que en cada momento de vuestra formación y servicio, especialmente en los de mayor dificultad, llevaréis como compañeros el agradecimiento, el afecto y el orgullo de los leoneses.
Por último, y junto con mi felicitación por haber recibido este título, me afirmo en la certeza de que vuestro desempeño servirá para engrandecer el prestigio y el honor de nuestro país y, con ello, el de León.
Finalmente, me gustaría que compartamos entre todos este momento de alzar nuestras voces para gritar juntos:
¡VIVA LEÓN!
¡VIVA ESPAÑA!”