Traían las olas olor a piedra, / las olas venían de tan lejos… / La lejanía de las piedras, / la cerquedad de la huella / tantas veces repetida en la piedra. / Olor a piedra. Pero ¿Qué olor tiene la piedra? / Huele a paso, a senda, a orilla, a lejos, a cerca. / El mar, constante deshojador de piedras. / El faro, aupando, sobrevolando nieblas / de otras orillas. El faro, vigilante de piedra, / impregnado de sal, de nube. / El faro, monolito de soledad, / altar del individuo que vigila el aire, / y el agua que hace heridas en la piedra. / Carne de faro es el farero, / ave solitaria del roquedal. / El farero, soberano en tierra de nadie. / donde el mar segrega vísceras y restos, / naufragios del vuelo sutil del pensamiento. / Allí en el faro, el farero piensa en la piedra / que sujeta el mar, en las orillas que atan / gritos. Piensa en un hombre a un faro apegado. / El faro, tu faro Fermín López Costero, / te ha recogido, ha acomodado tus recuerdos, / y nosotros somos las sillas que ocupan / tus versos y tus diálogos, así nuestra soledad, / o la sed de tus futuros, se nos hará menos lodo, / y menos vacua y menos desacorde, / porque tenemos tu faro y lo podemos visitar / siempre que el mar nos golpee con el olvido.
Este poema que he titulado “La piedra que al mar alberga” dedicado a Fermín López Costero, quiere ser un recordatorio de la sentida y especial tarde del pasado seis de este mes en “Poesía a Orillas del Órbigo”. En ese viernes, se celebraba una convocatoria especial dedicada a Fermín, fallecido en febrero de este mismo año. Con el título “In Memoriam”, dedicaron sus poemas al amigo y compañero de versos: Carmen Busmayor, Ester Folgueral, Antonio Merayo, Pilar Blanco. Además se leyeron poemas de Fermín en las distintas voces de Helena García Fraile, Antonio Merayo, Tomás Néstor Martínez, Carmen Busmayor y Ester Folgueral.
Como cada viernes de este mes de julio, undécimo ya, que se viene celebrando en Veguellina de Órbigo, esta extraordinaria unión de versos, poemas, poetas lectores y poetas espectadores, el pasado trece, disfrutamos de la presencia en este ciclo del joven autor Pablo López Carballo.
Mirar hacia dentro del poema / hacerlo tropezar eso es vertical / o casi. Levantarlo montañoso / sobre el desierto montañas / quizá cordilleras parece fácil / cartografiarlo pero pronto / se diluye se inunda / y eso será lo complicado: distinguirlo. / Volarán los pájaros / sin ramas. Pájaros, en definitiva / como poemas, en vuelo. / Una fuente con agua pero sin fuente / la luz es un ovillo.
Poso aquí este poema de Pablo López Carballo, para mostrar las alas de sus palabras. Éste concretamente publicado en el libreto que nuestra bibliotecaria Helena García Fraile, confecciona, como cada viernes con los versos de los autores invitados. También dejo el poso grácil y sentido que dejó el autor en los allí presentes con sus sílabas y con sus frases sobre la poesía: “al poema hay que acercarse como si de un paisaje se tratara, mirando calmadamente las cosas que le habitan…”
Para el próximo viernes estará en “Poesía a Orillas del Órbigo”, Sara Flores Robla, ganadora del último “Adonáis”
Y el último viernes con el título de “Palabra de dos”, Rogelio Blanco junto a Tirso Priscilo Valdecillos, dejarán al lado del Órbigo, el vuelo de las palabras, para que retornen en julio 2019.
Mordida existencial: Este año se cumplen once años de esta aventura literaria tan extraordinaria como entrañable. ¡Enhorabuena a su ideante Tomás Néstor! Sin duda el mejor antídoto contra el sufrimiento y contra el tedio de la rutina, es asistir cada viernes de julio a “Poesía a Orillas del Órbigo”, aquí, en Veguellina de Órbigo, no te lo pierdas.
Manuela Bodas Puente – Veguellina de Órbigo.