Para Izquierda Unida Para IU la única solución real de las cuencas mineras pasa por la nacionalización del sector y el empleo garantizado previo a cualquier cierre en las cuencas
El plan de dinamización económica puede acabar convirtiéndose en otro “sumidero de dinero público”, como el anterior plan Miner, si no se nacionaliza el sector energético y se pone en marcha un plan de empleo garantizado que asegure la reindustrialización de las comarcas de forma previa a cualquier posible desaparición de ningún puesto de trabajo más.
Este plan cuya temporalidad es 2016 a 2020, se inicia en abril de 2016. Es decir, quedan como año y medio, pero durante este plan lo único que se ha visto es aumentar la despoblación en esas comarcas, y la baja calidad del empleo que se crea, y supone una pérdida de empleo trabajo temporal de 6 meses.
Las declaraciones y los objetivos anunciados de este plan claro que son importantes: Fortalecimiento de actividad económica en sectores distintos de la minería, Aliviar las consecuencias negativas de la crisis de la minería del carbón Fomento de la investigación en técnicas relacionadas con la minería susceptibles de aplicación en otros sectores productivos. Apoyo a proyectos relacionados con la utilización del carbón Infraestructuras tecnológicas para investigar y desarrollar nuevas aplicaciones del carbón. Por otra parte, se instará al Gobierno de España a potenciar la utilización de la Ciudad de la Energía (CIUDEN) y ejecutar en su totalidad las actuaciones previstas; en particular, para desarrollar actividades de investigación, por cuanto esta infraestructura cuenta con unos adecuados recursos humanos y materiales que han de ser aprovechados al máximo por su potencialidad para contribuir a la dinamización económica de la zona).
Pero la realidad de lo que está pasando en las cuencas mineras nada tiene que ver con esas declaraciones. Cuando se inicia este plan había en régimen especial de minería en 2016, 690 trabajadores afiliados. En junio de 2018 de los afiliados a la Seguridad Social, ya solo quedan 384 afiliados en la minería del carbón, de los cuales 170 mineros llevan 8 meses sin cobrar.
La realidad es que, si la tasa de paro media en León el 4º trimestre de 2017 era del 14,93%, en las Comarcas mineras es, en Bembibre del 20,45%, en Fabero del 20,14%, en la Pola del 14,80%, en Toreno del 22,72% y en Villablino del 16,45%. Pero y lo mas graves es la constante pérdida de población joven y menos joven que sufren. En Fabero entre el 31 de diciembre de 2016 y 31 de diciembre de 2017, se han perdido 111 habitantes; en la Pola 109; en Villablino 192, en Bembibre 174, en Toreno 85…. La realidad, por tanto, es que en las comarcas mineras, a pesar de este Plan de Dinamización de la Junta, la pérdida de empleo, la pérdida de población y la perdida de posibilidades de futuro es dramática.
Este Plan diseñado por la Junta de Castilla y León para apoyar la dinamización económica de las comarcas mineras, en todo el tiempo que lleva en funcionamiento, no ha cumplido las expectativas que sobre él se habían anunciado ni está dando respuesta real a la situación de esas zonas. En las actuaciones ejecutadas para la de dinamización de las comarcas mineras, han gastado ya muchos millones de euros, entre inversión de la junta de CyL y Estado, pero las comarcas mineras no se han enterado. No han notado prácticamente ni un ápice esta inversión.
Y la CIUDEN que iba a ser un motor de desarrollo han ido reduciendo su presupuesto hasta los ridículos 3000 € aprobados en los últimos presupuestos del PP,sin que el PP que gobierna la provincia y la CCAA de CyL hiciera nada por mejorar ese presupuesto .
Por eso exigimos que, en primer lugar, se dé mayor trasparencia al desarrollo y aplicación de este plan de dinamización. Aclarando dónde se ha hecho cada inversión en concreto, a qué empresa o entidad se ha destinado y cuánto empleo ha creado. Porque con el dinero de este plan se está financiando, no a las necesidades de reindustrialización de las comarcas mineras, sino la restauración de iglesias como la de Villafranca del Bierzo, que nada tienen que ver con los objetivos anunciados y sí con los intereses y la ideología del Partido Popular.
Pero sobre todo exigimos que se replantee la exigencia desde esta comisión de pedir la nacionalización del sector energético y pone en marcha un plan de empleo garantizado que asegure la reindustrialización de las comarcas de forma previa a cualquier posible desaparición de ningún puesto de trabajo más en la zona. Solo desde la planificación pública tendrá posibilidad de salida este sector, pues los intereses del mercado lo único que priman son los beneficios empresariales a costa del carbón nacional y del empleo y el futuro de las comarcas mineras.