En la tarde de ayer, 17 de agosto, se presentó el libro “El médico que no quería morir (Vida y muerte de Lodario Gavela Yáñez)” en la Casa del Pueblo de Páramo del Sil. Más de medio centenar de personas participaron en la presentación del libro que ya va por su tercera edición.
El acto lo abrió Rubén Darío Marcos Secretario Político Provincial del PCE y natural de la localidad. El dirigente comunista agradeció la asistencia que desbordó las expectativas y comenzó hablando de la importancia de la memoria histórica, recordando “el valor de quienes nos precedieron y la II República cómo ejemplo para el futuro”. Por otro lado afirmó que “es necesario no quedarse en la nostalgia, hay que profundizar en los valores.” El objetivo, a su juicio, debe ser “caminar hacia la III República y cambiar el modelo de Estado».
A continuación, tomó la palabra Manuel Alfonso, secretario de Área del PSOE de León quien se centró en el aspecto local de la figura de Lodario Gavela: “este médico tuvo una gran vinculación con Páramo y los pueblos del municipio”. Así, fue desgranando una a una las anécdotas que a lo largo del libro se recogen, desde sus visitas médicas hasta su participación en un círculo literario.
Por último tomó la palabra el autor quien dijo sentirse “reconfortado como autor”, por la excelente acogida que le brindaron en Páramo del Sil. Alejandro Álvarez explicó los motivos para dar a conocer esta historia y el trabajo que había desarrollado en archivos y entrevistas desde el Valle de Fornela hasta Páramo del Sil. Recordó que el recuerdo de este médico ha pervivido en la memoria de El Bierzo y Fornela “como símbolo de la lucha por la libertad y como persona humanista por su implicación en el desarrollo de los pueblos de la zona, como promotor de escuelas, como médico, apoyando a los más pobres y cuidando de los fugaos”.
Alejandro hizo un recorrido por la vida de Lodario y subrayó sus valores y ética, que se van conformando en base a los contextos familiares y sociales que le tocó vivir y en base a las decisiones que va tomando. Aspectos, que afirmó “lo hacen un personaje especial”. Tras estas palabras, se hizo un coloquio en el que las personas asistentes mostraron su agradecimiento al autor, hicieron preguntas y se intercambiaron opiniones.