IU denuncia que al no llevarse a cabo la declaración de zona catastrófica, no se han resuelto la mayoría de los problemas que provocó el incendio más asolador de toda la península: 10.000 hectáreas quemadas en Cabrera el 21 de agosto de 2017
Las escasas e insuficientes medidas adoptadas por la Junta no han satisfecho a los ganaderos ni al resto de vecinos y vecinas de la comarca de Cabretra que siguen con pérdidas y viviendo una situación insostenible ya que no pueden usar los pastos ni los montes comunales.
‘La Cabrera sigue hoy sin recibir la declaración de zona catastrófica porque la Junta de Castilla y León nos tiene acostumbrados a prometer pero no cumplir. Parece que su único interés es hacerse ver en visitas de campo y soltar una serie de promesas huecas que nunca llegan a realizarse. Y por toda excusa, tenemos a Suárez Quiñones, un ejemplo de honradez y preocupación por las necesidades de los más necesitados, diciendo que ‘es lógico que los vecinos no consideren que todo está hecho bien, rápido y suficiente”. Fue más eficiente a la hora de informar sobre la adjudicación de un tramo de carretera a su amigo Ulibarri, hoy en prisión’ afirma IU.
Según la asociación Cabrera Natural, “Se ha perdido así una oportunidad de oro para recuperar mediante una repoblación bien gestionada la vegetación autóctona de la comarca, con especies de frondosas como robles, encinas, arraclanes o serbales, o en las riberas sauces, alisos, cerezos silvestres, etc. Estas especies generan bosques con gran diversidad de flora y fauna, que dan de comer tanto al ganado como a la caza, principal sustento económico de gran parte de los pueblos de la zona afectada.”
IU se suma al malestar de las Juntas Vecinales porque no tuvieron en cuenta las propuestas de cargos públicos y asociaciones para repoblar la zona de la forma más adecuada para el entorno, sino que la Junta impuso su criterio y, como ha manifestado el pedáneo de Forma, ‘la única beneficiada del incendio haya sido la empresa estatal Trasga’ contratada para reforestar con pinos, especie que no es la más adecuada porque aumenta la acidez del suelo y altera la dinámica natural del mismo.
A todo esto hay que sumar el hecho de que el Plan de Desarrollo Integral de la comarca, aprobado en 2010 en el Plan de Convergencia, al que se destinó una partida de 2 millones de euros para su puesta en marcha, a día de hoy, ocho años después, no hay evidencia de que se haya invertido un euro en la zona. Cabrera es un ejemplo más de lo poco que les interesa a los gobiernos del PP de la Junta y la Diputación los problemas reales de la ciudadanía. La comarca sigue sumida en el abandono y el despoblamiento por falta de soluciones a los problemas y ausencia de políticas reales que impulsen esta zona tan desfavorecida de la provincia.