La gran cantidad de materiales localizados desbordó las expectativas de lo que pretendía ser un sondeo exploratorio para valorar el potencial de El Castru de La Cuesta, en Trueitas.
La campaña ha sido promovida por el Ayuntamiento de Truchas, la Junta Vecinal de La Cuesta y el Instituto Leonés de Cultura.
Los investigadores confían en continuar con nuevas campañas en años venideros si se consolidan los apoyos económicos.
Durante el pasado mes de agosto un equipo de investigadores ha desarrollado una breve actuación arqueológica en el castro de La Cuesta (Truchas/Trueitas, León) para valorar el potencial del yacimiento para proyectos más ambiciosos y comprender la evolución histórica del poblado. El equipo estuvo dirigido por Andrés Menéndez Blanco y contó con la participación de Valentín Álvarez Martínez, con una amplia experiencia en arqueología de la Edad del Hierro y romana, David González Álvarez, investigador del Instituto de Ciencias del Patrimonio del CSIC, y el estudiante Aitor Merino Vázquez. La financiación del proyecto corrió a cargo del Ayuntamiento de Truchas, la Junta Vecinal de La Cuesta, y el Instituto Leonés de Cultura de la Diputación Provincial de León.
Un yacimiento clave para retomar la investigación tras 35 años de silencio
Desde que en 1983 se realizara la última campaña de excavaciones arqueológicas en los castros de Corporales (Truchas/Trueitas, León) no se había vuelto a actuar en ningún otro poblado fortificado de la Edad del Hierro y la época romana de la Cabrera Alta. En los 35 años transcurridos desde aquellas investigaciones pioneras no han faltado autores que documentaron numerosos asentamientos nuevos en el valle del río Eria. También se ha avanzado considerablemente en el estudio de la minería romana de la comarca desde distintas perspectivas disciplinares. Sin embargo, la renovación de la arqueología castreña y romana en el Noroeste ibérico durante las últimas décadas reclamaba retomar las investigaciones sobre el terreno para incluir los castros cabreireses en los vivos debates de la Arqueología actual, donde nuevas hipótesis pautan las discusiones y nuevas metodologías permiten hoy obtener informaciones que hace unas décadas era impensable analizar.
Por ello en este pasado agosto comenzó un nuevo estudio en términos del pueblo de La Cuesta, más concretamente en El Castru, un poblado fortificado envuelto por dos imponentes fosos defensivos que encierran un recinto con un tamaño equivalente a un campo de fútbol. En su superficie se pueden observar restos del trabajo del hierro en forma de escorias, además de numerosos fragmentos de cerámicas de época romana. Todo ello sugería a los investigadores que este poblado podría desempeñar un importante papel en relación con la intensísima actividad minera que desarrolló el Imperio Romano en la comarca. Para comprobar esta hipótesis se excavó un pequeño sondeo arqueológico que ofreció muy positivos resultados a juicio de los investigadores. La gran cantidad de materiales localizados desbordó las primeras expectativas de los investigadores, particularmente debido a la recuperación de un volumen notable de fragmentos cerámicos. La excavación dio de lleno con una estancia de almacenamiento de época romana, a juzgar por la abundancia de grandes contenedores de cerámica o piezas singulares como la pesa de una balanza. Todo este material está actualmente en fase de restauración y análisis para poder hacer un estudio en profundidad del mismo antes de su entrega al Museo de León.
El castro de La Cuesta aún guarda todos sus secretos
Hasta el momento el yacimiento tan solo ha ofrecido una muestra limitada de la envergadura de su potencial para el conocimiento de la comarca de Cabreira en la antigüedad, pero realmente está todo por descubrir. La excavación fue realizada en una pequeñísima porción de la extensión total del gran recinto castreño. El equipo de arqueólogos está confiado en la oportunidad que representa este proyecto y planean ya una segunda campaña en 2019 si se logran consolidar los apoyos locales y regionales. A través de nuevos trabajos más ambiciosos se podrían desvelar las preguntas claves que todavía no han obtenido respuesta. ¿Cuándo nació y cuándo se abandonó el poblado? ¿Se trata de un castro originado en la Edad del Hierro que sobrevive hasta época romana o es un asentamiento fundado directamente en relación con la explotación minera de época romana? ¿Quiénes eran sus habitantes y cómo vivían en su interior? ¿Qué funciones cumplía este poblado en relación con la organización territorial romana de esta comarca? Sin duda los resultados de los análisis en curso y futuras excavaciones arrojarán luz sobre los enormes cambios acaecidos tras la conquista romana y la conversión de estas comarcas leonesas en una de las bases que sustentaron con sus riquezas auríferas la economía imperial romana.
Algo más que un simple yacimiento en una ruta turística
Otra de las razones para que las administraciones locales apuesten por estudiar este yacimiento es su situación en plena ruta turística del “Camino Carretero”, que unía antiguamente los pueblos de La Cuesta y Cunas. Si bien ya estaba señalizado como un sitio visible junto al camino, se encontraba oculto por la espesa vegetación silvestre crecida en los últimos años a causa del abandono de los pueblos. Gracias a las investigaciones realizadas los visitantes ahora tendrán acceso a más información sobre el lugar y se podrá ampliar y corregir lo mostrado actualmente en el cartel. Los investigadores responsables de este estudio preparan en este sentido actividades de divulgación para los vecinos, y presentarán los resultados de sus trabajos en congresos especializados en Arqueología.