El objetivo es mejorar al tratamiento actual para las helmintiasis, que son transmitidas por el suelo y afectan a la población infantil en zonas tropicales.
El Grupo de Enfermedades Tropicales y Parasitarias de la Universidad de León (ULE), que lidera Rafael Balaña Fouce, participó los días 10 y 11 de octubre en la primera reunión del proyecto STOP, una iniciativa financiada por la EDCTP y coordinada por ISGlobal (centro impulsado por la Fundación Bancaria la Caixa Barcelona), que va a llevar a cabo una importante investigación encaminada a mejorar el tratamiento de parásitos intestinales y su transmisión a la población infantil de zonas tropicales.
María Martínez Valladares, investigadora del grupo de la ULE, ha explicado que el grupo de la ULE “lleva más de diez años trabajando en el desarrollo de nuevas técnicas moleculares que nos permiten detectar la presencia de resistencia a los fármacos benzimidazoles, el grupo de que más se utiliza frente a los parásitos gastrointestinales de los rumiantes, ovejas principalmente”.
Se da la circunstancia de que esos mismos fármacos se emplean también en medicina humana para combatir las infecciones por parásitos transmitidos por el suelo. Por ese motivo, “en el proyecto STOP, -explica María Valladares-, vamos a aplicar este conocimiento para diseñar nuevas técnicas que nos permitan la detección de las resistencias en diferentes especies de parásitos helmintos que infectan a las personas”.
“Finalmente, apunta la investigadora de la ULE-, tras la validación de las técnicas, realizaremos una importante labor de formación en Kenia, Etiopía y Mozambique que será donde se lleve a cabo el estudio de resistencias”.
UN CONSORCIO INTEGRADO POR OCHO INSTITUCIONES AFRICANAS Y EUROPEAS
El consorcio del proyecto, que está integrado por ocho instituciones europeas y africanas, incluyendo un laboratorio farmacéutico, va a evaluar si una combinación de ivermectina y albendazol a dosis fija es segura y eficaz para tratar diferentes helmintos intestinales, y ayudar eventualmente a interrumpir su transmisión.
Los helmintos transmitidos por el suelo (Ascaris, Trichuris, Uncinaria y Strongyloides) afectan particularmente a poblaciones infantiles que viven en zonas tropicales con condiciones deficientes de higiene y sanidad. Los niños infectados sufren de malnutrición y un menor desarrollo físico y cognitivo. La estrategia recomendada por la OMS para controlar las helmintiasis es la administración masiva (a prescolares y escolares) del antihelmíntico albendazol. El fármaco es seguro, pero su eficacia contra Trichuris ha disminuido por debajo del 30%, y es prácticamente nula para Strongyloides. Además, existe el riesgo de que aparezcan resistencias contra el fármaco.
“Este proyecto responde a dos problemas de la estrategia actual: la eficacia subóptima del albendazol y la posible aparición de resistencias al mismo”, ha explicado el coordinador del proyecto Jose Muñoz, investigador de ISGlobal y jefe del servicio de salud internacional del Hospital Clinic.
La investigación se propone añadir la ivermectina al tratamiento, para aumentar la eficacia contra los diferentes helmintos y reducir la posibilidad de aparición de resistencias, ya que se trata de dos fármacos diferentes. “Una de las fortalezas de este proyecto es que incorpora a veterinarios, que llevan años trabajando sobre resistencias a antihelmínticos usados en animales”, añade Muñoz.
ENSAYO CLÍNICO CON 2.000 ESCOLARES DE OCHO PAÍSES AFRICANOS
El pilar central del proyecto de cuatro años será un ensayo clínico en tres países africanos con prevalencia moderada a alta de estas helmintiasis: Kenia, Mozambique y Etiopía. El ensayo incluirá a más de 2000 escolares y comparará la eficacia del albendazol solo, versus una coformulación de albendazol e ivermectina a dosis fija.
Hay que apuntar que el equipo investigador usará técnicas de amplificación molecular, más sensibles que la microscopía, para detectar la presencia en heces de huevos de los diferentes gusanos, antes y después del tratamiento. Estas técnicas también se usarán para monitorear la presencia de genes relacionados con resistencia al fármaco. El proyecto también prevé el fortalecimiento de capacidades y colaboraciones en los países en que se va a realizar el ensayo clínico.
“Si los resultados son positivos, esperamos obtener la autorización de mercado para la nueva formulación e incidir sobre autoridades y organismos de salud para cambiar la estrategia de control de estas helmintiasis”, explica el gestor del proyecto, Marc Fernández. Esta nueva estrategia podría tener un impacto enorme sobre la reducción en la carga y transmisión de esta enfermedad a nivel global y contribuir así a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, concluye Muñoz.
Los miembros del consorcio coordinado por ISGlobal son: el centro médico universitario de Leiden, Países Bajos (LUMC), la Universidad Bahir Dar, Etiopía, la escuela de medicina tropical e higiene de Londres (LSHTM), los laboratorios Liconsa, España, el instituto de investigación médica de Kenia (KEMRI), la Universidad de León, España, y el Centro de Investigación en Salud de Manhiça, Mozambique (CISM).