El huracán lo forman los vientos creados por la interacción entre la materia oscura de la Vía Láctea y la de una galaxia que existió hace miles de millones de años.

Probar lo que no se ve ha sido siempre un desafío para los astrofísicos.

La materia oscura es uno de los fenómenos que más interés ha suscitado en la comunidad científica. Y ahora estamos ante una oportunidad única para poder detectarla, afirman los expertos.

La materia oscura es una entidad invisible, pero que los científicos creen que conforma un 80% del universo que nos rodea. Lo difícil es detectarla porque no emite radiación electromagnética (como la luz).

Hasta ahora solo puede afirmarse que está presente por el efecto gravitacional que tiene en otros elementos de materia visible tales como los astros, las galaxias o el fondo cósmico del universo.

Pero un vendaval de materia oscura en el que la Tierra está ahora mismo inmersa dará la oportunidad de hacerlo a través de multitud de experimentos que se están desarrollando a nivel global.

Y, con suerte, conocer más de lo que todavía es un misterio para la ciencia.

Un vendaval de materia oscura

Este vendaval fue detectado el año pasado gracias al telescopio Gaia y sus datos los ha recabado el investigador postdoctoral Ciran O’Hare, de la Universidad de Zaragoza (España), en un artículo que se publica esta semana en la revista científica Physical Review.

Nuestra galaxia, explica O’Hare a BBC Mundo, se encuentra ahora en medio de esta corriente estelar llamada S1 formada por los restos de una antigua galaxia que hace miles de millones de años devoró la propia Vía Láctea y que viaja a 500 km/s.

Y esto quizás haya ocurrido antes, pero nunca había podido detectarse.

«Es como si estuviéramos nadando en un mar de materia oscura en el que siempre se genera un cierto viento, pero la velocidad y la trayectoria que tiene esta corriente hace que el movimiento de la materia oscura sea muy rápido, creando lo que hemos llamado un huracán».

O’Hare dice que no se puede predecir cuánto tiempo estaremos sumergidos en este mar, pero probablemente varios miles de años, estima el físico que espera «obtener información valiosa sobre la materia oscura en la próxima década».

Más allá de lo teórico

La esperanza es, de hecho, que esta enorme masa de materia oscura equivalente a la de diez mil millones de soles pueda ayudar a los científicos a probar lo que hasta ahora existe solo en la teoría gracias a varios experimentos de detección de materia oscura que intentan hacer visibles distintas partículas hasta ahora invisibles.

Una de ellas, y quizás las más importantes, son las partículas WIMP, uno de los que se cree son elementos fundamentales de la materia oscura, pero que tienen una interacción muy débil y por eso aún no ha podido probar su existencia más allá de en recreaciones con computadora.

Con la presencia del huracán se espera que se produzca un choque con otros átomos que pueda ser detectado por la tecnología que existe en los laboratorios y observatorios.

Si no resultaran ser WIMPS, explica O’Hare, también hay experimentos que intentan probar la presencia de axiones en la materia oscura, unas partículas muy ligeras que pueden convertirse en fotones de energía luminosa o electromagnética que puede ser producida, absorbida y transmitida.

En definitiva, lo que esperan los científicos de este huracán único en el que nos encontramos es conocer cuál es la partícula fundamental que compone la materia que nos rodea pero que no podemos ver.

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