Desde el grupo municipal de UPL en San Andrés del Rabanedo queremos manifestar nuestra satisfacción porque se esté cumpliendo algo del Presupuesto de 2018 en materia de infraestructuras, aunque tenga que ser con casi un año de retraso. Una de las principales obras a ejecutar es el plan de asfaltado, reclamado por buena parte de los partidos políticos y que, sin duda alguna, es una gran noticia que se esté ejecutando. De hecho, creemos que las molestias que se puedan causar van a merecer la pena al ver el resultado: el de un municipio que está saliendo adelante tras varios años de crisis económica y estancamiento político.
Sin embargo, en nuestra labor de la oposición que estamos liderando de forma seria rigurosa sin otro objetivo que el del bien común y el interés general del municipio, entendemos que no todo han de ser alabanzas. Encontramos varios problemas que no se pueden volver a repetir, no en las obras como tal, sino en su tramitación política. En primer lugar, hay que pensar que este Plan de Asfaltado viene reflejado en el Presupuesto de 2018, aprobado en julio del año pasado, ¿cómo es posible entonces haya que haber esperado tantos meses para que sea realidad? Y ya no solo es cuestión de esta obra, sino de las que quedan pendientes como las aceras de las calles Dominicas y Padre Coll.
Desde UPL entendemos que estamos en una situación límite en la que lo primero de todo, como llevamos defendiendo durante todo el mandato, es el bienestar de los vecinos y el interés común. Por ello, no entendemos que desde los partidos mayoritarios se quiera jugar al electoralismo y al populismo con obras que son importantes para el municipio, ¿cómo es posible se juegue a que proponen el acerado de la Carretera de Caboalles por parte de los mismos que fueron un obstáculo en las propuestas que UPL presentó en las Cortes autonómicas para la ejecución de esa obra?
Desde UPL entendemos que esta situación ha de cambiar para bien, que las obras han de ejecutarse en tiempo y forma, que deben entrar en los plazos presupuestarios y, sobre todo, que tiene que haber un gran pacto entre todos los partidos para que las obras y asuntos de interés general se ejecuten rápidamente y sin electoralismos por el bien de todos. Porque, si no es así, los partidos de ámbito general estarán demostrando que lejos de dar soluciones, están siendo parte del problema.