Dicen que no existe un espectáculo más hermoso que los cerezos en flor en la primavera japonesa.
Aseguran también, que Sakura (桜 o サクラ) – la flor de cerezo- es una metáfora de la vida: un breve y brillante instante de florecimiento, seguido por la inevitable caída: una lluvia blanca movida por el viento, que embellece y nutre.
El poeta japonés Kobayashi Issa: escribió:
“Bajo las flores del cerezo/ nadie es/ un perfecto desconocido.
Y puede ser, pues el Valle del Jerte, lleno también de cerezos en flor, estaba este domingo repleto de familias y amigos que reían, charlaban ó jugaban con la luz y los pétalos de una flor tan delicada como hermosa.
Y después se asombraban- como nosotros – con la Garganta de los Infiernos- y sus pilones de aguas cristalinas.
La belleza del bosque de castaños y el aroma del espino albar, hacen de esa visita un viaje inolvidable.
Aunque para mi madre los cerezos de la Cepeda, son como no podía ser de otra manera-mucho más hermosos.
Victorina Alonso