Los trabajos se extenderán a embalses y lagos en cumplimiento con lo establecido en la Directiva Marco del Agua
La Confederación Hidrográfica del Duero, organismo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica, ha iniciado los muestreos biológicos correspondientes a 2019 en 386 puntos de ríos de la cuenca del Duero, con el objetivo de desarrollar el programa de seguimiento para determinar el estado de las masas de agua. Un trabajo que se viene desarrollando desde hace más de una década, en cumplimiento con lo establecido en la Directiva Marco del Agua.
El programa previsto en ríos se prolongará hasta el mes de junio, con un único muestreo biológico que incluye la recogida de macroinvertebrados, diatomeas (algas) y macrófitos. La ventaja de estos organismos es que su presencia informa del estado de salud de la masa de agua integrando las condiciones que han podido afectarla con anterioridad. Los ríos también son objeto de muestreos físico-químicos con una frecuencia mensual o trimestral, dependiendo del programa de control en el que estén incluidos.
Toda esta información, además de generar conocimiento sobre el medio acuático y las comunidades que en él viven, y de servir para evaluar el estado de las masas de agua, es el punto de partida sobre el que la Confederación Hidrográfica del Duero diseña sus programas de medidas y prioriza sus actuaciones, con el objetivo final de conseguir el buen estado de las masas de agua de la cuenca.
Los trabajos para evaluar el estado de las aguas continentales y el control adicional de las zonas protegidas por la Confederación Hidrográfica del Duero, incluyen también muestreos para embalses (47 en total) y lagos de montaña (Laguna del Barco, Lacillos, Grande de Gredos, Sotillo, y Sanabria, entre otros) de la cuenca del Duero.
En este caso, se prevén cuatro campañas de muestreo físico-químico y dos biológicas en los meses de abril (actualmente en marcha), julio, septiembre y noviembre.
En relación a los embalses, se muestreará, además de la parte físico-química, el fitoplancton en las campañas de verano. En los lagos de montaña, el programa biológico se centra, además del fitoplancton, en los invertebrados y los macrófitos.
En el caso de los siete lagos esteparios o temporales (las cinco lagunas correspondientes al complejo lagunar de Villafáfila, la laguna de Boada y la laguna de la Nava de Fuentes), el muestreo biológico se inició en el mes de marzo con el muestreo de fitoplancton e invertebrados bentónicos, y está previsto reanudarlo a partir de este mes de mayo, para evaluar macrófitos, siempre teniendo en cuenta las condiciones de llenado.