El cambio climático puede quitarnos el sueño y no sólo metafóricamente. Las noches que son más calientes de lo normal pueden perjudicar el sueño humano, siendo los ancianos y las personas con menos ingresos las más afectadas, según muestran investigadores en el estudio.
Utilizando las proyecciones climáticas de la NASA, para 2050 las temperaturas más cálidas podrían causar seis noches adicionales de sueño insuficiente por cada cien personas. Para 2099 podría suponer aproximadamente catorce noches extra por cada cien.
La ola de calor que azotó la costa oeste de EE UU en octubre de 2015 inspiró al investigador Nick Obradovich, director del estudio, a llevarlo a cabo. Con la ola, él mismo experimentó problemas para dormir y detectó que sus compañeros también parecían haber pasado por lo mismo.
Sueño
Publicado por Science Advances, es la mayor investigación hasta la fecha para encontrar una relación entre los informes de sueño insuficiente y las temperaturas inusualmente cálidas de la noche.
“Otros investigadores han establecido bien que el sueño es un componente crítico de la salud humana. Dormir poco puede hacer a una persona más susceptible a enfermedades y patologías crónicas, y puede dañar el bienestar psicológico y el funcionamiento cognitivo”, dice Obradovich.
El estudio comenzó con datos de 765.000 residentes de Estados Unidos entre 2002 y 2011 que respondieron a una encuesta de salud pública.
A continuación, se relacionaron los datos de las noches de sueño insuficiente de las que informaron los participantes con los datos diarios de temperatura de los Centros Nacionales de Información Ambiental. Por último, se combinaron los efectos de las temperaturas inusualmente cálidas en el sueño con las proyecciones del modelo climático.
Aumentos anómalos en la temperatura nocturna
El principal hallazgo es que aumentos anómalos en la temperatura nocturna en 1ºC se traducen en tres noches de sueño insuficiente por cada cien individuos por mes.
Es decir, si durante un mes tuviéramos temperaturas nocturnas que promediaran 1ºC más alto que lo normal, equivaldría a 9 millones de noches más de sueño insuficiente en un mes en toda la población de Estados Unidos, o 110 millones extra de noches de sueño insuficiente anualmente.
El efecto negativo de las noches más cálidas es más agudo en verano, según la investigación, con una tasa de casi tres veces más alto en verano que en cualquier otra temporada.
El efecto tampoco se distribuye uniformemente entre todos los grupos demográficos. Aquellos cuyos ingresos son inferiores se ven tres veces más afectados que quienes están mejor económicamente, y los mayores de 65 años son los más afectados, el doble que los adultos más jóvenes.
“Estados Unidos es relativamente templado y, en términos globales, muy próspero”, afirma Obradovich. “No tenemos datos de sueño de todo el mundo, pero suponiendo que el patrón es similar, uno puede imaginar que en lugares que son más cálidos o más pobres o ambos, lo que encontraríamos podría ser aún peor”, concluye.
Fuente: 20minutos, Ambientum