Podemos León hace un llamamiento al Ayuntamiento para que aplique las diferentes normativas sobre la contaminación acústica. León, como muchas otras ciudades españolas, es una ciudad ruidosa y el Ayuntamientos tiene las competencias para proteger a vecinas y vecinos de los niveles de ruidos.
El ruido provoca problemas de salud, físicos y psicológicos. Aumentan el estrés, producen insomnio, hacen elevar la tensión arterial, producen dolor de cabeza, aumentan la irritabilidad y la depresión y causa trastornos digestivos.
Las normativas están en vigor, la tarea política y la responsabilidad del Gobierno es hacer que se cumplan. Tenemos una Directriz Europea de 2.002, la Ley Estatal del Ruido de 2.003, Ley Autonómica de Castilla y León sobre el ruido de 2.009, la Ordenanza Municipal sobre la protección del medio ambiente contra la emisión de ruidos y vibraciones, la Ordenanza sobre protección de la convivencia ciudadana y la Declaración de Zona Acústicamente Saturada. Si existe la ley y las ordenanzas en las que se establecen los límites de decibelios en el interior y exterior de establecimientos y por franjas horarias, por causa de maquinaria, etc., nos preguntamos por qué no se efectúan mediciones e inspecciones por parte del Ayuntamiento. No creemos que sea por el coste de sonómetros: los de gama media, muy aptos por su tamaño pequeño (algo más que un móvil) y por las prestaciones que da, tienen un coste de 50 euros. Ni por falta de personal. Lo más probable es que sea por falta de interés del equipo de Gobierno Municipal anterior. Podemos León quiere una ciudad más habitable, más confortable para todas las personas. Y para ello, hay que combatir el ruido, velando por la calidad sonora del medio urbano, la necesaria calidad en el aislamiento acústico de las edificaciones y regular los niveles sonoros imputables a cualquier causa.