España y Argentina han disputado a cara de perro la final del Mundial de Baloncesto de China 2019 en el pabellón Wukesong de Pekín, pero han sido los españoles lo que han mordido de verdad este glorioso 15 de septiembre de 2019.
El conjunto de Sergio Scariolo se presentaba a la cita después de haber derrotado a Australia en una complicadísima semifinal, mientras que Argentina, agarrada a las actuaciones de Scola y Campazzo y hizo lo propio con la rocosa Francia.
Y a la hora de la verdad, en el choque final, han sido Ricky, Gasol, LLull, los hermanos Hernangómez, Claver, Rudy y compañía los mejores.
Con diferencia, con raza, con un tesón y una calidad superlativas.
España firmó para siempre la madre de todas las revoluciones del baloncesto.
Porque una revolución sólo triunfa si llega hasta el final. Y la de esta España campeona lo ha conseguido.
En noviembre de 2017, Sergio Scariolo cambió absolutamente todo el sistema de juego de España.
Trabajó sobre un papel blanco y diseñó un equipo nuevo que se ha convertido por derecho en la mejor selección del mundo con siete debutantes en el Mundial en sus filas y sin ninguno de los miembros de la generación del 80 ya en sus filas.
Ganó España a Argentina por 97-75 en la final del Mundial. Ganaron el oro los chicos de Sergio Scariolo en un partido que dominaron de principio a fin.
Nada de los sustos y de las agónicas prórrogas que vivieron en la semifinal contra Australia. El cansancio no hizo mella en la selección después de dos semanas de torneo; o, si fue así, no se notó este domingo en Pekín.
La de esta tarde era la décima final para España de un gran torneo desde 1999. La primera sin Pau Gasol dentro del grupo, aunque la de 2006 la vivió desde el banquillo y con muletas.
En las tres ausencias anteriores del tótem en 20 años (2005, 2010 y 2013) solo cayó un bronce.
Gasol y Rudy protestan una decisión arbitral, en la Final del Mundial de Baloncesto 2019.
Desde el oro en Japón 2006, hace 13 años, la selección española solo ha faltado dos veces al podio en los grandes torneos: en el Mundial de 2010, el del triple de Teodosic; y en el de 2014, el del batacazo ante Francia.
Argentina, campeona en la primera edición del torneo en 1950, regresaba a la final 17 años después de la plata en Indianápolis ante la última Yugoslavia.