El procurador leonesista en las Cortes de Castilla Y León, Luis Mariano Santos, ha presentado para la sesión plenaria de mañana una Proposición No de Ley que pide colaboración financiera de la Junta y del Estado para mantener y potenciar las Reservas de la biosfera de la comunidad.
Se trata, afirma el leonesista, de figuras de protección que no cuentan con la financiación ni de la Junta ni del Ministerio y que posiblemente por esta razón se vean abocadas a la desaparición.
En esta Comunidad Autónoma existen diez reservas de la biosfera declaradas entre los años 2003 y 2015. Nueve de ellas, tocan territorios de la Región Leonesa, Valle de Laciana (10 de julio de 2003), Babia (29 de octubre de 2004), Alto Bernesga (29 de junio de 2005), Los Argüellos (29 de junio de 2005), Valles de Omaña y Luna (29 de junio de 2005), Ancares Leoneses (27 de octubre de 2006), Sierras de Béjar y Francia (octubre de 2006), Picos de Europa; (10 de julio de 2003) mientras que la más recientemente declarada es de carácter transfronterizo con Portugal (Meseta Ibérica, 9 de junio de 2015) y una se ubica en la provincia de Segovia, Real Sitio de San Ildefonso-El Espinar (mayo de 2013).
La situación económica de las mismas hace temer por su subsistencia, al ser solamente la Diputación de León la única administración, además de los propios ayuntamientos quien las sostiene financieramente. En palabras de la presidenta de la Red de Gestores de Reservas de la Biosfera de España, Beni Rodríguez, la situación de estos espacios en la comunidad es «muy precaria, la peor de todo el país debido a que los órganos de gestión no tienen dotación presupuestaria para tener personal propio de una manera estable, ni tampoco para realizar las actividades propias de la misma».
La propia Ley 4/2015, de 24 de Marzo de Patrimonio Natural en su art 93 recoge la competencia de la Junta de Castilla Y León de coordinar estas figuras de protección y participar en la gestión de las mismas.
“Es realmente increíble, que se promuevan figuras de protección de nuestro rico patrimonio natural, y que tanto Junta como Ministerio no colaboren financieramente. Si figuras de protección tan importantes desde el punto de la sostenibilidad y para luchar contra el cambio climático, son despachadas sin ningún tipo de ayuda, probablemente acaben desapareciendo”, asegura Santos.
No entendemos esa falta de colaboración por parte de la Junta de Castilla Y León, sólo es explicable desde la falta de empatía con unas figuras que mayoritariamente radican en León.